Estos días estamos que no paramos, de estreno en estreno y tiro porque me toca. ¿Os acordáis de aquel pequeño espectáculo del Teatre Gaudí del que os hablamos la temporada pasada y que nos robó el corazón? Pues después de conquistar a media ciudad (se llevó el Premi de la Crítica 2015), una versión renovada y mejorada del musical basado en el clásico del cine Con Faldas y a lo Loco se reestrenó el pasado viernes 18 de noviembre en el Eixample Teatre.
Este «Sugar» ha sabido conservar lo que nos cautivó de él y explotar al máximo los aspectos donde podía mejorar para crear esta joya, mucho más grande, brillante y ambiciosa.
Con el mismo equipo creativo (Dirección de Pau Doz, dirección musical de Bernat Hernández, y COREOGRAFÍAS EN MAYÚSCULAS de Laura Olivella) y algunos cambios en el elenco, este musical basado en la película de 1959 de Billy Wilder, tiene poco que envidiar a los grandes espectáculos musicales de esta temporada y es, sin duda, el más divertido. Buen Jazz y Swing en directo, coreografías exquisitas y risas aseguradas. ¿Quién podría resistirse?
De nuevo, encabezan el reparto Bealia Guerra como Sugar y Xavi Duch como Jerry (o Daphne). Sin embargo, el partenaire de este último (Joe/Josephine) es, esta vez, Rubén Yusté. Los tres están geniales. Bealia sobresale en las coreos como buena leading lady; Rubén es un auténtico galán, incluso con faldas, y Xavi, el Rey de la comedia musical, nos hace olvidar al mismísimo Jack Lemmon. Somos muy fans de este chico… Pep Cortés repite como el un-poco-creepy pero adorable millonario madurito Sir Osgood y Maria Santallusia se come el escenario de nuevo como Sweet Sue. El elenco lo completan Dani Claramunt, Cárles Sánchez, Javier Arroyo «Jota», Ariadna Canals, Lorena García, Anna Lagares, Adrià García, Óscar Planells, Jordi Llordella y Hugo Riveros, y todos bailan que da gusto.
Algunas de las mejoras que nos impresionaron más en comparación con el «Sugar» del Teatre Gaudí fueron la calidad del sonido, la escenografía (a dos niveles y con la Big Band en el propio escenario) y el vestuario, totalmente mejorados y dignos de una gran producción.
Como dice el Sr. Osgood, “nadie es perfecto”, pero a nosotras «Sugar» casi nos lo parece. Una nueva temporada, un nuevo teatro con más aforo y una nueva aventura para este musical cuyo camino va en ascenso imparable. ¡Les deseamos lo mejor!
Pd: Totalmente imprescindible si sois fans de la película.
Paola Marín
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