Hace unas semanas nos abrieron las puertas del teatre Tívoli para que fuéramos testigos de lo que se cuece antes de cada función de Priscilla Reina Del Desierto._mg_7798

Uno de los puntos de mayor actividad es el camerino de José Luis Mosquera, la sublime Bernadette de esta producción, así que hacia allí nos dirigimos nada más llegar. En el camerino, que comparte con Juan Carlos Martín, el entrañable Bob, nos encontramos a Jose Luís junto con su maquilladora, preparado para recibirnos y para empezar el laborioso proceso de maquillaje. Porque es este personaje el único que va totalmente maquillado durante toda la función, un proceso que dura en torno a 45 minutos sin contar vestuario. Durante este tiempo fuimos testigos de la maravillosa transformación de José Luis en Bernadette, desde las uñas (de las cuales sólo pintan la franja central para hacer el efecto de alargar y afinar los dedos desde la distancia) hasta el resultado final, y claro, con tanto tiempo acabamos sometiendo a José Luis al tercer grado… si es que… aquí nos dan un poco de tiempo… y nos venimos arriba!!

BiS: Aquí en el camerino vemos poca cosa comparado con lo que vistes en la función, ¿no?

JLM: Sí, esto es solo parte, luego está la parte de Bob, mi compañero, porque estamos compartiendo camerino. Realmente mío aquí solo hay el vestido y los corsés, que es una barbaridad.

BiS: Ya que nombras los corsés… ¿cómo es actuar con ellos? ¿Ayudan a meterte en el personaje?

JLM: Pues es incómodo, no te voy a decir que es algo que sea cómodo… jajaja. Pero eso te ayuda a coger una actitud, igual como cuando te pones la peluca. Todo lo que es el vestuario te va ayudando a lo que tú luego le vas a poner de corazón y de tu cabeza.. El cuadro lo vas haciendo con la interpretación, pero el marco de ese cuadro es el maquillaje, el vestuario…

BiS: Aquí en el camerino ya vemos que tenéis música de fondo, ¿la música que pones para prepararte es la misma siempre o depende del día?

JLM: Es un aleatorio del móvil, donde está mucha música que me gusta, pero es curioso como el móvil parece que dependiendo del día elige una línea de música que nos da el puntito. Tengo una selección bastante ecléctica de música.

BiS: Hemos visto que el resto de personajes cambia mucho de maquillaje o incluso juega con máscaras, pero tú..

JLM: El mío es el personaje que lleva maquillaje desde el principio. A nivel de construcción y de vestuario: el corsé, medias, todo… porque los compañeros se los ponen puntualmente para ciertos números. Pero el personaje de Bernardette al ser un transexual que ha hecho el cambio ya de sexo, pues conlleva mucho más trabajo de maquillaje… y mientras los demás están calentando yo tengo que estar aquí. Luego puntualmente yo también me pongo máscaras cuando hacemos algún número, igual que mis compañeros, para darle el realce como si fuera un número más de escenario. Yo, mi maquillaje se supone que es el maquillaje que lleva ella normalmente. Que cuando lo veáis de cerca llevo bastante, pero en el escenario resulta bastante natural ¡porque mi maquilladora es una monstrua del maquillaje!

BiS: De todo el vestuario que llevas, ¿cuál es tu favorito? Como recuerdo, no para ponértelo…

JLM: Para ponérmela no, desde luego. Que yo os admiro a las mujeres porque en general vuestro vestuario… ¡ser mujer puede ser bastante incómodo! Te lo dice un hombre desde su perspectiva. Pieza así por divertido.. bueno, el número más divertido, que además lo llevamos todos y es un símbolo de Priscilla, son los Gumbie, los de los zapatones grandes. Yo llevo como un tocado con una jaula y un corazón dentro de esa jaula.. claro, son detalles que igual de lejos la gente no los percibe, ¡pero todo lo que es el vestuario está tan bien trabajado!! Además con unas telas fabulosas… _mg_7829Por ejemplo, este de flores que tenemos ahí es de seda salvaje tiene un movimiento fabuloso en el escenario. Supongo que sabréis que los diseñadores del vestuario ganaron muchísimos premios entre ellos un Oscar… Incluso se puede ver de cerca detalles del vestuario que de lejos no se terminan de apreciar pero que están al detalle.

BiS: ¿Y en qué consiste su maquillaje?

JLM: Primero se hacen correcciones para feminizar… Tengo un cráneo que ya me lo conozco muy bien, porque he hecho mucho maquillaje desde hace años y me conozco muy bien la cara, con lo cual yo le ayudo, por ejemplo, para hacer lo del pómulo, marcarlo para que ella sepa por donde tiene que ir.. y lo bueno que tengo es lo del pómulo, porque lo demás… ¿¿que tengo yo de mujer?? Pero sí que es cierto que aunque he hecho muchos personajes, veo como maquillan y como queda el resultado final y yo flipo. Muchas veces cuando acabamos decimos “¡qué guapa estás!”. ¡Porque flipamos! Y mira que llevamos veces de maquillajes todos los días pero se consigue un resultado…

BiS: El vestuario tiene sus cosas, pero del maquillaje ¿hay algo que si no lo tuvieras que llevar por obligación, no lo llevarías?

JLM: La peluca. El maquillaje es un poco incómodo y las pestañas pues te haces a ellas, porque mis pestañas no son muy grandes. Hay compañeros que sacan algunas con plumas que son kilométricas y eso es más incómodo. Pero realmente lo que más te agota es la peluca, que tienes que ir cambiándola, la llevas todo el rato, da calor… Pero, como te digo, el resultado es tan bueno, que te ayuda a crear el personaje y lo asumes c_mg_7836omo tal.

BiS: ¿Hay algo que lleves de camerino en camerino en la gira?

JLM: Sí, eso. La estrella. Porque me la regaló… ¡uff que me emociono!… Es de mi hermano, me lo regaló para mi cumpleaños y dentro dice algo muy bonito. Me pareció muy Priscilla, por eso la compró, y la llevo siempre porque así llevo a mi familia conmigo.

BiS: ¿Alguna manía confesable antes de cada función?

JLM: Sí. Yo practico budismo y antes de salir, cuando estoy sentado en la silla, que es como empieza mi personaje, hago un poco el mantra que suelo hacer en mis cantos habitualmente todos los días. Así, antes de salir, me oigo internamente y salgo a hacer el personaje.

BiS: ¿Y alguna superstición?

JLM: No, superstición no, porque como tuviera que pensar todas las supersticiones que hay en esta profesión… ¡no podría salir de casa! En la vida cotidiana lo que no me gusta es lo de la sal, que eso es muy teatral: no dar la sal en la mano sino dejarla en la mesa. Y si se derrama la sal, echarla por detrás. Yo creo que lo hago también por romanticismo, por mantener un poco también la tradición. Si me despisto y te la cojo tampoco voy a hacer un “oooooooooh!!!”.

BiS: ¿Cuál es la trastada más gorda que te haya pasado estando en Priscilla?

JLM: Pues en este espectáculo, generalmente, tienes que estar muy concentrado, porque tienes que hacer tantas cosas, tienes tantos cambios, está todo tan pautado que tienes que salir en el momento apropiado… y un día salí tarde a un número. Entonces claro, los compañeros que están en el escenario es como.. “cri-cri”. Son segundos, pero te parece que es una eternidad.

BiS: Desde luego en este musical tenéis muchos cambios muy rápidos. ¿Cuál es tu peor cambio?

JLM: Pues hay uno que tengo a 4 personas cambiándome y yo también haciendo cosas, o sea que somos 5 vistiendo a un personaje. Es justo cuando hemos salido del número del pingpong, estamos con un vestuario, nos despedimos de Bob, yo soy el último en irme del escenario y en cuestión de 15 segundos me tengo que quitar todo, vestirme con el pijama, poner la peluca, subir al autobús y abrir la puerta para decirle algo. Entonces para eso estamos 5. La gente a veces no se da cuenta de lo rápido que es todo.

BiS: Es que detrás tenéis auténticas coreografías que no se ven…

JLM: Naturalmente, porque como no lo hagas así no llegas. Mira que yo llevo años en esto y a mi me sigue fascinando. A veces te quedas dos segundos mirando y es que es fabuloso todo lo que ocurre por detrás. Eso es el teatro.

BiS: Después de tanto tiempo interpretando a este personaje, ¿qué te ha enseñado o te ha hecho replantearte aunque ya lo supieras?

JLM: Pues algo que yo ya sabia pero que, como cuando lees un libro muchas veces parece que te enseñe algo pero es como que te resuena por dentro… y es algo que ya sabes pero que lo que hace es recordártelo o profundizar en ello. A mi este personaje me está recordando o enseñando a ser valiente y a seguir adelante, enfrentarme y aceptarte. Aceptar quien eres, ser fiel a lo que sientes nunca es fácil, por eso hay que ser valiente y seguir adelante. Son cosas que resuenan por dentro. Mi personaje dice cada cosa que me parece maravilloso. Cómo pelea por la amistad, por el amor, como su frase recurrente: no pierdo nada por intentarlo. Seguir intentándolo cuando un personaje ya tiene una edad y no espera mucho más de la vida.. seguir abriéndote a la vida e intentarlo.

BiS: Es que este musical tiene unos mensajes que no deberían perderse entre lo visual que es, la fiesta o el color. Son unos mensajes importantes.

JLM: Muy importantes. De hecho yo creo que es como una muñeca rusa, que vas abriendo y abriendo y abriendo. Pero aunque la gente a veces no profundice en muchas de las cosas que decimos, en general, sí se quedan. Pasas por todo un abanico de emociones y cuando acaba el espectáculo sales con un subidón de vida que dices: ¡¡me como la vida!! ¡¡Que me venga lo que sea que yo puedo con todo!! Te hace creer en ti mismo y vivir la vida.

BiS: La verdad es que es un musical muy emotivo.

JLM: Porque uno de los mensajes maravillosos que transmite es el de ampliar el sentido de la familia, que va mas allá, porque los mismos personajes se lo cuestionan y es precisamente mi personaje el que te hace ir mucho más allá. Darte cuenta de que lo importante es amarse. Da igual cómo te ames, la cosa es que lo hagas, porque si te amas, te vas a cuidar.

(Suena de fondo Cabaret) Mira, nos lo ponen de fondo: la vida es un cabaret y hay que vivirla.

BiS: Aprovechando que tenemos esto de fondo… qué musical se te queda que digas: no me quiero morir sin hacerlo o se me queda la espinita de no hacerlo?

JLM: ¡Uy, hay varios! Yo normalmente soy actor de texto. Hace 10 años me presenté al casting del anterior Cabaret y quedé finalista, pero apareció Asier Etxeandia, que es un monstruo.. es maravilloso, desde la profunda admiración, es brutal. Y claro, me quedé con las ganas. Así que espero, algún día, aunque sea en un concierto de esos que se hacen de antología de musicales, poder hacer el EmCee. También hay otro personaje que me fascina y de hecho estuve viéndolo en Londres, porque es un musical clásico pero yo no lo había visto en su momento, que es Miss Saigon. Entonces yo tengo que hacer algún día…

BiS: ¿el Engineer?

JLM: El Engineer. Es brutal. Cantar el American Dream. Yo vi la gala que grabaron con Jonathan Price…. Eso lo haré algún día. No te digo “creo que lo haré”. Lo haré. No sé cómo ni cuando pero lo haré seguro.

before-after

Con esto llegamos al final del maquillaje y de nuestra entrevista… Es que el tiempo se pasa volando cuando lo estás pasando bien y a la que nos dimos cuenta ya no teníamos delante a Jose Luís, sino a Bernadette. Una Bernadette que muy amablemente nos dedicó el programa que formará parte de nuestro próximo sorteo. Así que permaneced atentos a esta web para el resto del reportaje sobre nuestra visita a Priscilla y las instrucciones para ganar el programa.

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M.

**Fotos del reportaje: Sandra Busquí.