Solo por esta semana, Pentación Espectáculos llega a Valencia con su producción Atchúuss!!!, una comedia originaria de Antón Chéjov, con su peculiar humor, adaptada por Enric Benavent y Carles Alfaro, encargado este último de dirigir esta obra que cuenta con cinco actores consagrados tanto en el mundo del teatro como del cine y la televisión: Malena Alterio, Ernesto Alterio, Enric Benavent, Adriana Ozores y Fernando Tejero. La delirante historia nos cuenta la enajenación de un viejo actor retirado hace muchos años que, junto a un antiguo (y muerto) amigo, viajará por su mente recordando sus mejores actuaciones sobre el escenario.

Enric Benavent, en el papel de Dimitri, el actor retirado, y Ernesto Alterio, representando a Nikita, el viejo amigo, llevan el peso de esta historia en el que a través de los recuerdo de las obras van reflexionando sobre la vida y el teatro. Una reflexión del personaje de Enric bastante pesimista acerca de los espectadores, meras personas que buscan en los actores el entretenimiento y la diversión, pero que a la hora de la verdad, jamás se pondrían en su lugar, en contraste con Nikita, cuya aparición le hace recordar que sus mejores momentos fueron en el escenario, con el público, porque un actor sin teatro, es una alma errante. El resto de actores, van apareciendo en función de las obras interpretadas por Dimitri, tres en total, cada una más delirante y absurda que la anterior, buscando la risa del público, la cual consiguen con creces, gracias a una excelente interpretación de unos personajes bien definidos y muy “especiales”, destacando, en mi opinión, a Fernando Tejero en la segunda historia, un rico terrateniente con tics nerviosos y ataques al corazón, sinceramente brutal, y a Ernesto Alterio, que no solo era el excéntrico amigo, sino que actuaba en esos recuerdos con personajes totalmente diferenciados que no parecía ni el mismo actor, ole por él.

En cuanto a la escenografía, tengo que decir que me sorprendió. Un escritorio, unos cuantos sillones, un piano y dos espejos gigantes que al encender las luces se veía como los actores se cambiaban para la siguiente escena. Sencillo y más que suficiente. Las luces se encargan del resto, pues son ellas quienes diferencian cada escena y le dan color y magia a la obra.

Aunque si hay que ser crítica con alguna cosa es sin duda con la duración: 130 minutos. Duración que, por lo que pude escuchar, no gustó al público, el cual salía con prisas y quejándose a voz tendida que había sido demasiado larga. Incluso hubo gente que salió antes de que la obra finalizase. Supongo que para gustos colores, porque he de confesar que a mí no se me hizo larga. Te llega a enganchar tanto que te olvidas que llevas dos horas y pico en el teatro. No obstante, hay que tener en cuenta que la comedia de Antón Chéjov, tan característica por sus pinceladas dramáticas, no siempre gusta a todo el mundo. Pese a todo, en esta producción pesa mucho renombre de sus actores, que sirve de reclamo para atraer al público, así que no esperéis encontrar el teatro vacío pese a ser «un Chéjov».

Así que desde aquí os hago un llamamiento para que vayáis a disfrutar de esta obra porque vale la pena. Recordad que estará hasta el domingo en el Teatro Olympia de Valencia. ATCHÚUSSS!!!

L.J.