Hoy he visto por última vez el musical que, desde que o oí por primera vez hace más de 7 años, se convirtió en mi musical favorito. Aquel del que me sé hasta la última coma y aún así se me pone la piel de gallina cada vez. El Despertar De La Primavera no termina funciones hasta el 12 de febrero, pero a partir de ahora yo volveré a mi CD, a Jonathan Groff y Lea Michele, a Johnny Gallagher…
Quizás es que las fechas me tienen sensible, pero no puedo evitar sorprenderme ante ese cúmulo de circunstancias que te llevan a estar en un lugar concreto en un momento determinado. Probablemente, si todo hubiera salido de acuerdo a mis planes, nunca habría visto esta pequeña joyita de musical, no tendría en mi cabeza palabras en catalán que compiten con esas frases que suenan en mi cabeza (y mis altavoces) un día sí y otro también, no oiría las voces de Marc, Elisabet y Eloi en lugar de las que ya me son tan familiares. Nadie sabe qué es lo que pasará, cuáles son las consecuencias de nuestras decisiones, pero cada vez estoy más convencida de que todo ocurre por alguna razón. Lo sé, la razón no será haber sido capaz de disfrutar de este musical, pero es un buen principio.
Quizás toda esta reflexión sea demasiado profunda para un musical que se ha representado en el off de Barcelona, ya digo, será cosa de las fechas, que me tienen sensible. Lo que sí es verdad es que ya había perdido las esperanzas de poder ver este musical en mi país y ha sido gracias a unos locos (palabras suyas, no mías) que he podido emocionarme una y otra, y otra vez. Todos y cada uno de los actores de este musical eran perfectos para el papel que interpretaban, las voces, las coreografías, el alma que podías ver en cada una de las funciones. Ya predijimos en su momento que este musical sería el bombazo de la temporada y, con dos prórrogas y localidades agotadas para todas sus funciones, ha quedado más que demostrado.
Así que, ya en casa, con la grabación de Broadway sonando de fondo, solo me queda que felicitar a esta maravillosa compañía, elenco, músicos, técnicos… todos los que han conseguido que saliera con la piel de gallina del Teatre Gaudí después de cada una de las funciones. Felicidades por un trabajo bien hecho y que esto no sea un adiós sino un hasta pronto.
M.
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