Todos sabemos que la situación política actual es tensa, sobretodo en ciudades como Barcelona… En una época en la que a ratos lo único que desearíamos es escondernos, desaparecer un rato, The Hole Zero ha abierto sus puertas en el Coliseum de Barcelona para facilitárnoslo y llevarnos durante un rato a un mundo en el que no hay problemas, en el que no vale sentirse solo, en el que divertirse y sentir es lo único que importa. Allí todo el mundo es bienvenido, da igual de dónde vengas, qué aspecto tengas, de quién (o qué) estés enamorado…
Nosotras, como recordaréis, tenemos la costumbre de entrar en el agujero, como mínimo, una vez al año y en 2017 no podíamos saltarnos nuestra terapia anual. Que sino luego acabamos más locas de lo que estamos…
Tuvimos el placer de asistir al estreno, que fue un fiestón (literal, ya que después de la función había un dj y sirvieron copas y un pica-pica muy completo). Nuestra maestra de ceremonias fue la Terremoto de Alcorcón, a la que el público adora. Su salero, su humor y su actitud de «todo me da igual» son contagiosos y así debe ser.
The Hole Zero es el inicio de todo y de nuevo mezcla burlesque, música, circo, danza, striptease y mucho humor. En esta ocasión, nos trasladan a la celebración del año nuevo 1979/1980 (con el musicón que ello conlleva) en el Studio 54 de Nueva York pero la esencia es la misma de siempre.
Por la parte que nos toca, alucinamos con los vozarrones de La Diva (Rebeka Brown), Lucy (Sharonne), Bola Disco (Julio Bellido) y Bilionda Mfunyi-Tshiabu; y los movimientos de Conchi (Noelia Pompa), Salomón (Axe Peña), Maria Hinojosa y Oleg Tatarynov nos quitaron el hipo. Ojipláticas nos quedamos con los solos de Rebeka y la corografía de la cocaína.
En cuanto a los números de circo, pese a que no son lo nuestro y sufrimos un poco al verlos, no se puede negar que son espectaculares y no podréis apartar los ojos (sobretodo de los cuerpazos de los bailarines, trapecistas…).
Pero lo importante de The Hole es el todo. La inmersión que uno hace cuando entra por esa puerta en este mundo paralelo que han creado, y la sensación de desconexión total del mundo real y la vida cotidiana. Ese sentimiento queda en la memoria para poder rescatarlo siempre que lo necesitemos.
Tanto si sois asiduos del agujero como si nunca os habéis atrevido a entrar, os lo recomendamos ahora más que nunca.
Paola Marín
6 octubre, 2017 at 8:35 am
Genial crítica. Sin duda los musicales y espectáculos son los mejores remedios para evadirnos de la realidad y hacernos pensar que todo puede cambiar para bien =) Y si es con un espectáculo como The Hole, mucho mejor.
Un saludo 😉
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