Sugar… Sugar… Sugar, butter… Sugar… Sugar, butter, flour…
Ya sólo con oír esa frase en mi cabeza, esos tres ingredientes, se me escapa una sonrisa. Porque como dice la canción, solo hace falta probarlo para saber que es bueno.
Ayer estuve en el Adelphi Theatre, hogar de Waitress The Musical aquí en Londres, y desde entonces me invade esa sensación de placer absoluto sólo alcanzable a través de determinados placeres de la vida, como es un buen musical.
Con canciones de Sara Bareilles, libreto de Jessie Nelson, dirigido por Diane Paulus (Pippin, Hair, Finding Neverland) y basado en la película de 2007 de Adrienne Shelly, Waitress cuenta la historia de Jenna, una camarera atrapada en un matrimonio infeliz con un don para hacer pasteles. Su mundo se tambaleará cuando descubre que está embarazada y que su ginecóloga de siempre se ha jubilado, siendo sustituida por un médico adorable y con un toque sexi. ¡No hacen falta más ingredientes para una gran tarde en el teatro!
Antes que nada debo decir que canciones como She Used To Be Mine y Bad Idea llevan meses formando parte de mis playlist preferidas, algo que es bueno y malo a partes iguales: Por un lado ya sabía que la música me encantaría, pero por otro llevo meses acostumbrada a las voces de Jessie Mueller, Drew Gehling o Keala Settle. Pues he de decir que el cast londinense me ha sorprendido muy gratamente. Lucie Jones interpreta a Jenna no sólo derrochando calidad vocal, sino, además, dotando al personaje de una dulzura que dudo que tuviera cuando lo protagonizaba Katharine McPhee (sorry not sorry!!). David Hunter interpreta al dr.Pomatter y, para que os hagáis una idea, Hunter es una mezcla entre Jeremy Jordan y John Krasinsky, con el toque payasete adorable sumado a que está bueno y encima canta bien, es decir, desde el primer momento que aparece en la consulta ya tenía a la platea al completo enamorada hasta las trancas de él.
No puedo dejar de destacar a Marisha Wallace, quien ya pudimos comprobar el año pasado en Barcelona que era una crack, y que deja al público con la boca abierta en más de una ocasión a lo largo de la función. Completan los papeles principales Laura Baldwin y Joe Sugg, dando los toques más divertidos del musical. De hecho, al parecer, Sugg es un vlogger tremendamente popular en UK que se acaba de incorporar al elenco, pero parece que el papel lo hubieran escrito para él.
En conjunto, Waitress es uno de esos feel-good-musicals, hechos sin demasiadas pretensiones, grandes coreografías o vestuarios cegadores, pero que dejan un buen sabor de boca cuando sales del teatro que dura días y que hace que no puedas parar de escuchar sus canciones en bucle. En mi opinión, poco más se le puede pedir a un musical, sinceramente.
Así que, si pasáis por Londres o tenéis pensado algún viaje próximo, no dudéis en dejaros caer por el Adelphi Theatre. Y otro consejo, a través de la app TodayTix tenéis la opción de comprar rush tickets por 25 libras para la función de ese día, que no está nada mal.
M.
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