Entre tanto musical esta temporada, tenemos que reconocer que teníamos un poco abandonado el teatro de texto… ¡y que mejor excusa que el estreno de la comedia Pecats Imperdonables en el Aquitania Teatre para ir a recordar como nos gusta el teatro en todas sus formas!

Y decimos en todas sus formas, además, porque esta no es una obra de teatro normal… ¡es una comedia INTERACTIVA! ¿Os acordáis de aquellas novelas «multiple choice» que leíamos de adolescentes? Pues algo así es lo que sucede en Pecats Imperdonables. Los espectadores pueden interaccionar en directo con la obra votando entre varias opciones a través de sus móviles para interferir en el desarrollo de la misma e incluso decidir su final. ¿Cuántas veces has querido que pasara algo durante una función o has intentado adivinar quién era el malvado de la trama? ¡Esta vez podrás expresarlo e incluso hacer que pase!

Esta comedia que os hará morir de risa, tiene un punto de thriller y está basada en el texto de Benjamín Cohen («Sin perdon por los pecados»). Presenta la historia de varios hermanos que se reúnen en su mansión familiar del Delta de l’Ebre tras morir el patriarca, para celebrar la noche de San Juan y discutir varios aspectos de la herencia y de la Empresa farmacéutica familiar. Los enredos y tramas más inesperados de los personajes (líos amorosos y comisión de delitos incluidos) se irán sucediendo en forma de los pecados capitales, tan inherentes a la naturaleza humana… Y es que en todas las familias cuecen habas, sobre todo si hay dinero de por medio….

El elenco está compuesto por Francesc Ferrer, Susanna Garachana, Miquel Sitjar, Agnès Busquets, Peter Vives (tan guapo como siempre), Jofre Borràs i Eva Barceló, todos en total estado de gracia. Hay momentos que parecen una competición para ver quien hace reír más al público y otros en que incluso ellos mismos nos consiguen aguantar las carcajadas.

En definitiva, si queréis echaros unas buenas risas, de esas que ahora nos van tan bien a todos, no dudéis en acercaros al Teatre Aquitania a dejaros seducir por estos pecados imperdonables.

Paola Marín