Valencians… Valencianes… ja estem en Falles! Y bueno, los que no sois de aquí también, que para eso fueron declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad.

El caso es que, como siempre, la época de Fallas es un reclamo para la llegada de musicales más conocidos a València, para aprovechar el aluvión de gente que recorre estos días la ciudad. Este año serán dos los musicales que nos acompañarán estos días, The Full Monty y Es Una Lata El Trabajar. Hoy os hablaré del primero de ellos, que pudimos disfrutar hace una semana en el Teatro Olympia.

El musical se basa en la película homónima de 1997 que nos cuenta la historia de cómo un grupo de trabajadores del acero deciden montar, tras quedarse en el paro, un espectáculo de strip-tease para recaudar dinero utilizando como reclamo que realizarán un desnudo integral, en inglés coloquial: un full monty.

El musical se estrenó en UK en el 2000 a la estela del gran éxito de la película, adaptándose posteriormente como obra de teatro (de la que ya os hablamos una vez debido a un fallo técnico de lo más llamativo). Esta gira nos llega bajo la dirección de David Ottone (Yllana) y Silvia Villaú, y de la mano de las productoras Theatre Properties y Planeta Fama Producciones. Protagonizado por Sam Gómez, Falco Cabo, José Navar, Gustavo Rodríguez, Carlos Salgado, Piñaki Gómez, Marta Malone, Noelia Pardo, Marta Arteta y Begoña Álvarez entre otros. Siendo un reparto tan coral nos cuesta destacar uno por encima de los demás, aunque fueron los personajes de Potro (P.Gómez) y Álex (Salgado) los que arrancaron un mayor número de carcajadas al público. Lástima que las mujeres en el espectáculo tienen un papel que más que secundario parece casi anecdótico

Finalmente, tengo que confesaros que con este musical he tenido un dilema (y de ahí que me haya costado casi una semana publicar esta crítica). Hacía tiempo que no veía la película original y me ha parecido que no ha envejecido bien. Las películas, los libros… son víctimas de la época en la que se crearon y puede que cosas que en su momento no te llamaban la atención o incluso te hacían gracia, ahora mismo te chirríen. Me costó empatizar con el protagonista, por no decir que me cayó bastante mal, con sus aires de «machito» y mucho decir que haría cualquier cosa por recuperar a su hijo pero rechazando los trabajos que le ofrecen porque ninguno le parece lo suficientemente bueno. Tampoco me parece que se redima demasiado al final del musical, pero eso dejaré que opinéis vosotros cuando lo veáis. Con otros personajes sí puedes si no empatizar, al menos simpatizar.

Con todo esto, no quiero desanimaros, sino invitaros a que vayáis a este musical y analicéis si ha cambiado vuestra opinión desde que visteis la película en los 90s. Lo tenéis en el teatro Olympia de Valencia hasta el 27 de marzo y podéis consultar el resto de fechas aquí.

P.D.: Si queréis saber si aquí también cumplen la promesa del famoso desnudo tendréis que ver el espectáculo.

M.