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crítica

LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA

Los Monólogos de la Vagina no pasan de moda. Cualquiera pensaría que una obra que se estrenó el 3 de octubre de 1996 en Nueva York podría haberse quedado anticuada… Sin embargo la lucha contra la violencia de género urge más que nunca, o tanto como siempre.

La escritora feminista Eve Ensler creó en su día este espectáculo basándose en 200 entrevistas realizadas a mujeres de forma casual. El grandísimo interés que suscitó el tema, convirtiéndose incluso en un icono que se ha representado por todo el mundo (en nada más y nada menos que 120 países) durante más de 25 años, reflejó la falta que hacía que alguien hablara de la sexualidad femenina sin tapujos. Nosotras pudimos disfrutar de la última y renovada versión que puede verse en el Teatre Aquitania de Barcelona, con tres actrices de bandera: Alicia González, Meritxell Huertas (que fue nuestra favorita, en una interpretación memorable) y Laia Alsina.

Ésta comedia sobre las mujeres y su sexualidad, los tabús sociales, la represión  y la incultura sexual te hará morir de la risa pero, no nos engañemos, trata de un tema muy serio… La sexualidad de la mujer es aun un tema incómodo, difícil de hablar para muchos. Por eso es importante que se trate con humor y naturalidad. No esperéis el típico monólogo graciosillo de relaciones o diferencias entre hombres y mujeres, porque no lo encontraréis. En este espectáculo se habla de vaginas (con todas sus letras) y de cómo nosotras nos relacionamos con esa parte de nuestro cuerpo que durante siglos ha estado tan estigmatizada (¡nos encantaron las interacciones con el público!).

De momento, parece que solo estarán en Barcelona hasta el 12 de marzo. Si quieres pasar un buen rato y salir del teatro más empoderada que nunca, corre a por tu entrada.

Pd: Los hombres de la sala, aunque pocos, también se lo pasaron en grande.

Paola Marín

HOLLYWOOD EN BARCELONA CON PRETTY WOMAN, EL MUSICAL

Hay películas icónicas que puedes reconocer por una frase, por un par de acordes de su banda sonora o incluso por su vestuario… y luego está Pretty Woman. La película de 1990 protagonizada por Richard Gore y Julia Roberts y que si no podemos decir que lanzara la carrera de sus protagonistas, sí los ensalzó hasta convertirlo a él en uno de los galanes de los 90 y a ella en «la novia de América». Si no sabéis de qué película hablamos, habéis vivido en una cueva estos últimos 30 años porque teniendo en cuenta la de veces al año que la emiten en la tele, te tienes que esforzar para evitarla.

La película es un giro a la historia de cenicienta, el típico cuento de la doncella que conoce a un príncipe que la salva… cambiando doncella por prostituta y príncipe por tiburón empresarial. Y es que nos cuenta la historia de Vivian, una prostituta de LA, que conoce a Edward cuando éste se pierde de camino su hotel y decide contratarla para que le ayude a llegar… y «lo que surja». Lo que iba a ser solo una noche se acaba convirtiendo en un contrato de una semana para que se haga pasar por su novia y le ayude a congraciarse con unos clientes.

El musical se estrenó en Chicago y de ahí se trasladó al Nederlander Theater de Broadway. Originalmente con canciones de Bryan Adams y Jim Vallance, y un libreto de Garry Marshall y JF Lawton, la traducción al castellano ha venido de la mano de José Arqué y Marc Gómez.

En los papeles protagonistas nos encontramos a Cristina Llorente como Vivian, quien tiene la tremendamente difícil tarea de hacernos olvidar a Julia Roberts. Y es que el personaje de Vivian no se puede entender sin Roberts hasta el punto que la famosa escena del estuche del collar fue improvisada y su grito y carcajada son 100% auténticos. No obstante, Llorente está sobresaliente en papel, tanto a nivel vocal como interpretativo. El otro papel protagonista lo encarna nuestro querido Roger Berruezo, quien derrocha todo su carisma como galán, consiguiendo ese equilibrio entre magnetismo y vulnerabilidad tan complicado. En cuanto al resto del elenco, se trata de un elenco coral de mucha calidad con muy buena química y alto nivel tanto vocal como en los bailes, nada que envidiar a lo que podríamos encontrar en escenarios como los del West End. Sin embargo, no podemos dejar de destacar a Erika Bleda, que brilla con luz propia por su energía y ese vozarrón que da igual que oigamos entre hippies, en un campamento cristiano o «haciendo la esquina» en Hollywood boulevard siempre nos deja fascinadas.

Además, tenemos que hablar del vestuario, firmado por la conocida marca Pronovias, reproduce y actualiza los vestidos más icónicos de la película… una auténtica fantasía para cualquier fan de la película.

Si tuviéramos que sacarle punta a algo, este musical entra dentro de esa categoría de películas noventeras que han envejecido regular vistas desde el prisma del año 2022, porque no podemos olvidar que al fin y al cabo, Vivian vende su cuerpo y la película nos endulza una realidad que no deja de ser bastante dramática. Y, aunque en el musical el personaje de Kit decide hacer un gran cambio en su vida, parece que la única forma de salir de ese oscuro mundo es si te saca un millonario.

Con todo esto, Pretty Woman es un musical muy completo y entretenido, hace que se te pasen las 2 horas y pico que dura volando. Ideal para regalar estas navidades o como plan (no apto para niños) alternativo al bullicio de la ciudad.

M.

PARES NORMALS

Hace mucho tiempo que no veíamos un nuevo musical original en catalán con tantas posibilidades como este. Pares Normals tiene muchos de los ingredientes para ser un éxito. Es un musical con canciones de uno de los grupos de moda de los últimos años: Els Amics de les Arts. Esta banda de la nueva era del folk-pop catalán nos gusta desde hace años por las historias que cuentan sus canciones (siempre habíamos pensado que eran muy teatrales), y el buen rollo y la verdad que transmiten y no nos sorprendió enterarnos que estaban trabajando en la creación de un nuevo musical. Después de dos años de trabajo conjunto con la productora Minoria Absoluta y el escritor Marc Artigau ha nacido Pares Normals y, después de haberlo visto, os aseguramos que la aventura de este pequeño gran musical solo acaba de empezar.

La historia de Pares Normals puede ser fácilmente la tuya, la de tu amigo o la de tu vecina. Un protagonista algo perdido, una familia poco común, pero con personajes entrañables y realistas y un final lleno de ternura que va directo al corazón. ¿Quien no ha culpado de sus inseguridades a sus padres alguna vez? Luego crecemos, les entendemos y comprendemos que lo hicieron como mejor supieron… Esto le sucede a Aran, el protagonista de esta historia. Vive en Chicago, trabaja en un prestigioso bufete de abogados y tiene una novia «perfecta» con la que se va a casar. El vivo retrato del sueño americano. Cuando vuelve a Barcelona para contarle a sus padres la noticia de su boda, todo cambiará… Aran se verá forzado a emprender un viaje por su pasado, por su infancia y adolescencia, por esos momentos en que sus padres le avergonzaron o no le dieron el apoyo que necesitaba… que cambiará su forma de ver la vida para siempre.

Las canciones son preciosas, completamente fieles al estilo de Els Amics de les Arts, y conducen al espectador a través de la historia de forma muy orgánica, gracias también a la dirección escénica de Sergi Belbel. Con música en directo y las espectaculares voces del elenco de Pares Normals los temas lucen en su máximo esplendor (si hubiesen vendido el CD a la salida, lo hubiésemos comprado).

Hay dos cosas que claramente se tuvieron en cuenta a la hora de elegir el elenco: la capacidad vocal y las dotes para la comedia. Enric Cambray es un Aran cercano y su química con Julia Bonjoch es innegable. Los padres nada normales de Aran son Annabel Totusaus (que se come el escenario) y Albert Pérez, y aportan la dosis perfecta de diversión y delicadeza. Los personajes secundarios no se quedan atrás y encontramos un camaleónico cast lleno de grandes nombres del teatro musical de nuestro país (Lucía Torres, Bernat Cot, Anna Herebia y Víctor Gómez), capaces de cantar, interpretar a varios personajes (algunos desternillantes) e incluso bailar las coreografías de Marta Tomasa.

Si queréis emocionaros, reíros, recordar vuestra infancia y escuchar buena música…, no hay mejor plan este mes que ir a ver Pares Normals al Teatre Poliorama tras dar un paseo por Las Ramblas iluminadas con las luces de Navidad (y si es con vuestros padres, mejor).

Paola Marín

CRUZ DE NAVAJAS EN LA CÚPULA DE LAS ARENAS

El pasado martes nos fuimos de estreno por partida doble. El espectáculo Cruz de Navajas ha aterrizado en Barcelona y el nuevo y espectacular espacio de la cúpula de las Arenas, convertido en teatro, se ha inaugurado. Se habla mucho de la increible temporada teatral de Madrid, pero Barcelona también tiene una oferta de espectáculos y musicales considerable que hay que aprovechar. A los teatros clásicos de la ciudad (muchos de ellos con musicales en cartel) se une este nuevo (y gran) espacio para las artes escénicas que esperamos que se llene durante mucho tiempo y nos traiga grandes espectáculos.

Inaugurar esta cúpula con Cruz de Navajas es todo un acierto. Este concierto escenificado es un tributo a Mecano y hará las delicias de todos los fans del emblemático grupo de música pop de la movida madrileña. No faltan los grandes éxitos de la banda e incluso hay alguna sorpresilla más (solo os diremos que el la gente se levantó de sus butacas para darlo todo en varias ocasiones). El espectáculo invita al público a bailar, cantar y emocionarse sin límites durante toda la función. Aunque no es un musical y carece de hilo conductor, Cruz de Navajas tiene que vivirse y es toda una experiencia.

Voces espectaculares (destacando a Laura Alcoba y Mikel Herzog, cuyos numerazos nos quitaron el hipo), artistas invitados (Joan Liaño y Scorpio del Talent Show Eufòria), bailarines y coreografías sorprendentes, música en directo, proyecciones visual y técnicamente espectaculares y hasta acrobacias… Cruz de Navajas tiene de todo y no hay ni un segundo de tregua o aburrimiento.

Hay números para todos los gustos. A nosotras nos encantaron «Hijo de la Luna» o «Aire«, de una sensibilidad exquisita, la elegante «No hay marcha en Nueva York» y los medleys del musical «Hoy no me puedo levantar«, que son nuestra debilidad. No faltaron himnos como «Mujer contra Mujer«, «La fuerza del destino» o «Un año más«, pero también tuvieron su espacio canciones de Mecano «menos conocidas» como «Heroes de la Antártida» o «El Blues del Esclavo«.

El elenco lo completan Lieta Molinet, Mireia Orrit, Lucía Bentabol, Tania Simón, Aser León y Sofía Rangone (os reiteramos que todas las voces son realmente impresionantes) y el cuerpo de baile lo componen Sergio Melantuche, Sara Garijo, Carlos Vela, Cristina Burgos, Ender Bonilla, Cristian Giraldo, Alba Rubira y Vicky Gómez (como swing). El espectáculo cuenta con nueve músicos en directo (dirigidos por Dani HDZ) y tenemos que reconocer que el solo de saxo nos puso le piel de gallina…

Gonzalo Pérez Pastor, productor y director del espectáculo, ha puesto toda la carne en el asador para crear este SHOW con mayúsculas. Si te gusta Mecano, ¡no puedes perdértelo!

Paola Marín

TODOS SOMOS UN POCO REBELDES EN MATILDA, EL MUSICAL

Cuando hablamos de esos musicales que se ganan un huequito en nuestros corazones y en nuestras playlists, aquellos que por mucho que pase el tiempo no podemos dejar de escuchar, de tararear o de cantar todas las voces de la canción, en seguida nos vienen a la mente grandes nombres como Les Misérables. Pero, en ocasiones, llega ese musical que nos sorprende, que nos enamora y que aún no hemos salido del teatro y ya estamos deseando repetir. Matilda fue uno de esos musicales para mi. Cuando lo vi por primera vez en el Cambridge Theatre de Londres, allá por 2015, ya iba sobre aviso, tenía unas críticas espectaculares y ya se había trasladado también a Broadway, así que no fue ninguna sorpresa, conocía las canciones de Tim Minchin y estaba totalmente predispuesta a dejarme conquistar.

Por todo esto, quienes me conocéis imaginaréis la aprensión con la que entraba al Nuevo Teatro Alcalá de Madrid hace unas semanas. Matilda, por fin en España después de años de rumores y de preparación, de la mano de SOM Produce, traducido por primera vez al castellano. Emoción y terror a partes iguales. Y es que Matilda probablemente sea de los musicales más complicados de traer a nuestros escenarios. Por un lado, necesitas una caterva de niños que canten, bailen y actúen, no de fondo sino con solvencia como para llevar el hilo de un musical (¡¡esta producción tiene nada menos que 58 chiquillos!!). Por el otro, quien haya escuchado el álbum se habrá dado cuenta de la maestría de las letras de Tim Minchin, llenas de juegos de palabras y tesoros escondidos… sencillito de adaptar a un nuevo idioma…

Pues bien, Matilda aprobó con nota mi muy exigente examen. La adaptación de las canciones por Alejandro y David Serrano superó mis expectativas y sólo acabé echando de menos aquel abecedario escondido de The School Song (que reconozco es prácticamente intraducible literalmente). En cuanto a los niños, parece que lleven toda la vida sobre las tablas, se nota calidad de su formación.

No voy a entrar en detalle en la historia, ya que es de sobra conocida, basada en el clásico de Roald Dahl y llevado al cine en 1996, cuenta la historia de Matilda Wormwood una niña excepcional que desarrolla poderes telequinéticos que le ayudan a lidiar con su «especial» familia y la malvada directora de su colegio.

Si bien es cierto que con canciones tan pegadizas, una historia tan dulce y una escenografía tan lograda (firmada por Ricardo Sánchez-cuerda) tenían gran parte ganado, acaba de redondear el espectáculo un elenco soberbio. Absolutamente todos los niños están brillantes, incluida nuestra Matilda, que llevó la función con una solvencia que ya querrían muchos adultos. Pero no voy a nombrar específicamente a ninguno de ellos ya que estoy convencida de que todos los diferentes elencos infantiles tienen la misma calidad. En cuanto a los adultos sí merecen mención especial Allende Blanco como la dulcísima Miss Honey y Mary Capel como la exuberante Mrs. Wormwood. No obstante, nuestro corazón se lo llevó Oriol Burés desde su primer segundo en escena como la malvadísima Trunchbull. No sólo es un actorazo de una calidad vocal sobresaliente, sino que se nota cuánto disfruta su papel de diva malvada (porque hay que reconocer que la señorita Trunchbull es toda una diva a su manera) y con cada «¡gusanos!» nos conquistaba un poquito más hasta convertir al público en los fans nº1 de la campeona de lanzamiento de martillo de 1969 ;).

Matilda es un musical para toda la familia, lo disfrutarán los niños que conozcan por primera vez la historia y los no tan niños que redescubran de nuevo una de las películas más icónicas de nuestra infancia. Un must en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, que bien merece una excursión a la capital.

Porque, de vez en cuando todos necesitamos que nos recuerden que «cada día empieza con el tic del reloj, todas las fugas empiezan con el click del cerrojo. Si estás atascado en tu historia y quieres escapar, no debes llorar, no debes gritar. Porque incluso si eres pequeño puedes hacer cosas grandes. Si te quedas plantado y dejas que se te suban a la chepa, no cambiarás nada«*.

M.

*Every day starts with the tick of a clock.
All escapes start with the click of a lock.
If you’re stuck in your story and want to get out,
You don’t have to cry; you don’t have to shout.

‘Cause even if you’re little, you can do a lot, you
Mustn’t let a little thing like ‘little’ stop you.
If you sit around and let them get on top, you
Won’t change a thing.

– Naughty (Matilda, The Musical)

VIAJA A FANTASIA DE LA MANO DE LA HISTORIA INTERMINABLE, EL MUSICAL.

El reino de Fantasia está en peligro, la nada está haciendo desaparecer a sus personajes y solo Atreyu, el joven enviado por la Emperatriz Infantil podrá hallar la solución… os suena, ¿verdad?

El famoso libro de Michael Ende, publicado por primera vez en alemán en 1979 y desde entonces traducido a más de 36 idiomas y adaptado posteriormente al cine (Wolfgang Petersen, 1984), se ha trasladado a los escenarios de la mano de BeOn Entertainment.

Como os adelantaba al principio de la entrada, el musical nos cuenta la historia de Bastian, un niño que, huyendo de unos matones del cole, se encuentra un libro que cuenta como está desapareciendo el reino de Fantasia y un joven llamado Atreyu debe encontrar la solución. No obstante, todo se complica cuando Bastian descubre que él puede tener un papel muy importante en esa salvación.

Con música de Iván Macías, libreto de Félix Amador y dirección de Federico Barrios, este musical nos trae un espectáculo de primerísima calidad tanto técnica como artística que no desentonaría en un escenario londinense o en el mismísimo Broadway. Nombres de sobra conocidos de los escenarios españoles como Josean Moreno (Fúyur), Álex Forriols (Gmork) o Teresa Ferrer (Xayide) están impecables una vez más, pero debemos destacar a nuestro Atreyu de la noche, Pablo Castiñeira, que en su juventud supo llevar la función con unas tablas que ya les gustarían a muchos.

No obstante, el punto fuerte del espectáculo (y que nos dejó boquiabiertas en más de una ocasión) es la animatrónica. Con la firma de Fito Dellidarla y Alejandra Varela (Kreat FX), personajes como Fúyur, el Comerrocas o la Vetusta Morla cobran vida de la forma más creíble posible. Otro de los personajes más impresionantes es el caballo Artax, que te hace mirar dos veces para asegurarte que no es un caballo real cuando sale a escena y se acerca mucho al nivel de maestría que pudimos disfrutar cuando vimos War Horse en UK.

El punto más flojo del musical lo encontramos en la narración en sí, que ocasionalmente te lleva a preguntarte quién está en escena, cómo se ha llegado allí o por qué está sucediendo qué cosa si no eres muy fan de la historia o tienes reciente la película o el libro. Un sentimiento que queda reflejado a la perfección cuando Bastian le cuenta a su padre: «y cantamos la canción favorita de mamá… en inglés«. Porque efectivamente, ese momento en el que se canta «The Neverending Story», la canción compuesta para la película de 1984, en inglés tiene poco sentido en un musical repleto de canciones originales en español.

Con todo, La Historia Interminable, el musical, es un nuevo #MUST de la temporada teatral madrileña que no os podéis perder en el Teatro Calderón de Madrid.

M.

Golfus de Roma ya está en Barcelona

Después de una exitosa temporada en Madrid, estábamos deseosos de tener este musical en Barcelona y este miércoles, por fin, pudimos disfrutar del estreno oficial de esta joya en el Teatre Condal.

Se podría decir que Golfus de Roma (cuyo título original es ‘A funny thing happened on the way to the Forum‘) es ya un clásico de la comedia musical. Con canciones de Stephen Sondheim y libreto de Burt Shevelove y Larry Gelbart, su estreno en Broadway en 1962 fue una revolución (adaptándose incluso al cine en 1966) y desde entonces se han hecho reposiciones por todo el mundo. Aquí no lo habíamos vuelto a ver desde la versión dirigida por Mario Gas en 1993 y Daniel Anglés se ha encargado de devolverle la vida de una forma distinta y renovada, asegurando las risas de siempre.

Golfus de Roma no pretende ser más que puro divertimento. Quiere hacer feliz al público y lo consigue. Con el elenco más versátil y dinámico que hemos visto en mucho tiempo (algunos cantan, actúan, bailan, hacen acrobacias, hacen de pallasos e incluso son miembros de la banda tocando instrumentos…) consiguen meterse al público en el bolsillo e integrarlo en un mundo de pura diversión. Incluso los técnicos del teatro parecían entregados a la causa…

Pese a transcurrir en la antigua Roma, esta versión está llena de guiños de rabiosa actualidad y goza de una escenografía y vestuario (de Montse Amenós) llenos de color y originalidad. Y qué vamos a decir de la música del Maestro Sondheim… Escucharla en directo (con dirección musical de Xavier Mestres) es un placer, sobre todo cuando los músicos muestran un compromiso tan fuerte con la obra, siendo algunos de ellos elenco de baile (las coreografías son de Oscar Reyes) e incluso protagonistas. Al salir del teatro oímos a varias personas, tararear o silbar el «Comedy Tonight» de camino al metro, prueba del poder que tienen los musicales de hacer feliz al público.

La mencionada versatilidad de los actores, músicos y bailarines hace que el musical tenga un elenco de lujo de nada más y nada menos que 24 artistas polifacéticos, capitaneados por Jordi Bosch como Pseudolus, el esclavo que ansía su libertad y narrador de la historia. Interpretando a los personajes principales, le acompañan grandes nombres del panorama teatral como Roger Julià, Mercè Martínez, Eloi Gómez, Frank Capdet, Meritxell Duró, Ana San Martín o Víctor Arbelo, algunos de ellos demostrando una vis cómica que no conocíamos y que nos ha encantado. Hace falta tener mucho sentido del humor y poco sentido del ridículo para dar vida a algunas de las situaciones tan absurdas como desternillantes que suceden en este musical y cada uno de ellos se entrega al máximo al personaje.

No podemos dejar de mencionar la adaptación al catalán, que nos pareció acertadísima, y corre a cargo del ya consolidado tandem formado por Marc Gómez y el propio Daniel Anglés.

Este Golfus de Roma es una fiesta en la que las carcajadas y la buena música (y hasta un poco de magia) están aseguradas. ¿Te lo vas a perder?

Paola Marín

GHOST, UN MUSICAL DEL MÁS ALLÁ

Llevábamos meses contando los días para la llegada a Valencia de uno de los musicales que más alboroto han generado esta temporada. Y es que no todos los días un cantante tan conocido de nuestro país como David Bustamante decide probar suerte sobre los escenarios.

Como todos conocéis, la película homónima se estrenó en 1990 protagonizado por  Patrick Swayze, Demi Moore y Whoopi Goldberg convirtiéndose en uno de los referentes de la época y haciendo que millones de personas en todo el planeta se apuntaran a clases de alfarería. Cuenta la historia de Sam y Molly, dos jóvenes enamorados que ven su historia truncada en un asalto callejero. Sam, incapaz de cruzar al más allá conoce a Oda Mae, una medium de pacotilla que acaba resultando tener poderes reales para hablar con fantasmas. Juntos conseguirán proteger al amor de su vida y vengar su muerte.

El musical se estrenó en nuestro país poco antes del inicio de la pandemia con nuestro querido Roger Berruezo en el papel de Sam, Ela Ruiz, Cristina Llorente y Christian Sánchez en los papeles de Oda Mae, Molly y Carl. A Valencia a llegado con David Bustamante y Ricky Merino alternando el personaje de Sam.

Hemos de reconocer que nos generaba, como a todos, especial curiosidad ver qué tal se defendía Bustamante en el teatro musical, así que asistimos a una de las funciones protagonizadas por él. A nivel vocal no teníamos ninguna duda de su capacidad para defender las canciones con solvencia, pero… ¿y qué tal le iría con la interpretación? Pues, ¡mejor de lo que esperábamos! A ver, se nota que es su primera producción y todavía le queda camino como a la hora de proyectar la voz hablada o en la fluidez para alternar el texto y las canciones… pero le da una frescura y una ternura al personaje muy divertida y, sobretodo, muy real.

En cuanto al resto de actores, son Cristina Llorente y Ela Ruiz quienes brillan con más luz, impecables a nivel vocal e interpretativo. Ambas son una firme muestra de que el teatro musical de nuestro país no tiene nada que envidiarle a Broadway. Del resto del elenco tenemos que destacar a Sergio Escribano como cover de Carl, un desconocido que para nosotras no lo es tanto. Nosotras ya lo habíamos visto interpretando a Robin Hood en 2016, y es que Sergio «juega en casa» aquí en el Olympia. Nos encantó como Carl y nos alegra muchísimo ver a actores de la torreta triunfando más allá del cap i casal.

Esta producción es tan fiel a la película que viéndola después del musical te da la sensación de que le faltan canciones a la película. Además, los efectos visuales te dejarán intentando adivinar dónde está el truco en esta magia.

No podéis perder la oportunidad de ver este musical que no visitará hasta el próximo 12 de junio. Podéis consultar qué funciones realiza Ricky Merino y cuáles David Bustamante en la web del teatro Olympia, pero no os encantéis ¡que las entradas vuelan!

M.

UN FULL MONTY POR FALLAS

Valencians… Valencianes… ja estem en Falles! Y bueno, los que no sois de aquí también, que para eso fueron declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad.

El caso es que, como siempre, la época de Fallas es un reclamo para la llegada de musicales más conocidos a València, para aprovechar el aluvión de gente que recorre estos días la ciudad. Este año serán dos los musicales que nos acompañarán estos días, The Full Monty y Es Una Lata El Trabajar. Hoy os hablaré del primero de ellos, que pudimos disfrutar hace una semana en el Teatro Olympia.

El musical se basa en la película homónima de 1997 que nos cuenta la historia de cómo un grupo de trabajadores del acero deciden montar, tras quedarse en el paro, un espectáculo de strip-tease para recaudar dinero utilizando como reclamo que realizarán un desnudo integral, en inglés coloquial: un full monty.

El musical se estrenó en UK en el 2000 a la estela del gran éxito de la película, adaptándose posteriormente como obra de teatro (de la que ya os hablamos una vez debido a un fallo técnico de lo más llamativo). Esta gira nos llega bajo la dirección de David Ottone (Yllana) y Silvia Villaú, y de la mano de las productoras Theatre Properties y Planeta Fama Producciones. Protagonizado por Sam Gómez, Falco Cabo, José Navar, Gustavo Rodríguez, Carlos Salgado, Piñaki Gómez, Marta Malone, Noelia Pardo, Marta Arteta y Begoña Álvarez entre otros. Siendo un reparto tan coral nos cuesta destacar uno por encima de los demás, aunque fueron los personajes de Potro (P.Gómez) y Álex (Salgado) los que arrancaron un mayor número de carcajadas al público. Lástima que las mujeres en el espectáculo tienen un papel que más que secundario parece casi anecdótico

Finalmente, tengo que confesaros que con este musical he tenido un dilema (y de ahí que me haya costado casi una semana publicar esta crítica). Hacía tiempo que no veía la película original y me ha parecido que no ha envejecido bien. Las películas, los libros… son víctimas de la época en la que se crearon y puede que cosas que en su momento no te llamaban la atención o incluso te hacían gracia, ahora mismo te chirríen. Me costó empatizar con el protagonista, por no decir que me cayó bastante mal, con sus aires de «machito» y mucho decir que haría cualquier cosa por recuperar a su hijo pero rechazando los trabajos que le ofrecen porque ninguno le parece lo suficientemente bueno. Tampoco me parece que se redima demasiado al final del musical, pero eso dejaré que opinéis vosotros cuando lo veáis. Con otros personajes sí puedes si no empatizar, al menos simpatizar.

Con todo esto, no quiero desanimaros, sino invitaros a que vayáis a este musical y analicéis si ha cambiado vuestra opinión desde que visteis la película en los 90s. Lo tenéis en el teatro Olympia de Valencia hasta el 27 de marzo y podéis consultar el resto de fechas aquí.

P.D.: Si queréis saber si aquí también cumplen la promesa del famoso desnudo tendréis que ver el espectáculo.

M.

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