Hay películas icónicas que puedes reconocer por una frase, por un par de acordes de su banda sonora o incluso por su vestuario… y luego está Pretty Woman. La película de 1990 protagonizada por Richard Gore y Julia Roberts y que si no podemos decir que lanzara la carrera de sus protagonistas, sí los ensalzó hasta convertirlo a él en uno de los galanes de los 90 y a ella en «la novia de América». Si no sabéis de qué película hablamos, habéis vivido en una cueva estos últimos 30 años porque teniendo en cuenta la de veces al año que la emiten en la tele, te tienes que esforzar para evitarla.

La película es un giro a la historia de cenicienta, el típico cuento de la doncella que conoce a un príncipe que la salva… cambiando doncella por prostituta y príncipe por tiburón empresarial. Y es que nos cuenta la historia de Vivian, una prostituta de LA, que conoce a Edward cuando éste se pierde de camino su hotel y decide contratarla para que le ayude a llegar… y «lo que surja». Lo que iba a ser solo una noche se acaba convirtiendo en un contrato de una semana para que se haga pasar por su novia y le ayude a congraciarse con unos clientes.

El musical se estrenó en Chicago y de ahí se trasladó al Nederlander Theater de Broadway. Originalmente con canciones de Bryan Adams y Jim Vallance, y un libreto de Garry Marshall y JF Lawton, la traducción al castellano ha venido de la mano de José Arqué y Marc Gómez.

En los papeles protagonistas nos encontramos a Cristina Llorente como Vivian, quien tiene la tremendamente difícil tarea de hacernos olvidar a Julia Roberts. Y es que el personaje de Vivian no se puede entender sin Roberts hasta el punto que la famosa escena del estuche del collar fue improvisada y su grito y carcajada son 100% auténticos. No obstante, Llorente está sobresaliente en papel, tanto a nivel vocal como interpretativo. El otro papel protagonista lo encarna nuestro querido Roger Berruezo, quien derrocha todo su carisma como galán, consiguiendo ese equilibrio entre magnetismo y vulnerabilidad tan complicado. En cuanto al resto del elenco, se trata de un elenco coral de mucha calidad con muy buena química y alto nivel tanto vocal como en los bailes, nada que envidiar a lo que podríamos encontrar en escenarios como los del West End. Sin embargo, no podemos dejar de destacar a Erika Bleda, que brilla con luz propia por su energía y ese vozarrón que da igual que oigamos entre hippies, en un campamento cristiano o «haciendo la esquina» en Hollywood boulevard siempre nos deja fascinadas.

Además, tenemos que hablar del vestuario, firmado por la conocida marca Pronovias, reproduce y actualiza los vestidos más icónicos de la película… una auténtica fantasía para cualquier fan de la película.

Si tuviéramos que sacarle punta a algo, este musical entra dentro de esa categoría de películas noventeras que han envejecido regular vistas desde el prisma del año 2022, porque no podemos olvidar que al fin y al cabo, Vivian vende su cuerpo y la película nos endulza una realidad que no deja de ser bastante dramática. Y, aunque en el musical el personaje de Kit decide hacer un gran cambio en su vida, parece que la única forma de salir de ese oscuro mundo es si te saca un millonario.

Con todo esto, Pretty Woman es un musical muy completo y entretenido, hace que se te pasen las 2 horas y pico que dura volando. Ideal para regalar estas navidades o como plan (no apto para niños) alternativo al bullicio de la ciudad.

M.