Hay películas icónicas que puedes reconocer por una frase, por un par de acordes de su banda sonora o incluso por su vestuario… y luego está Pretty Woman. La película de 1990 protagonizada por Richard Gore y Julia Roberts y que si no podemos decir que lanzara la carrera de sus protagonistas, sí los ensalzó hasta convertirlo a él en uno de los galanes de los 90 y a ella en «la novia de América». Si no sabéis de qué película hablamos, habéis vivido en una cueva estos últimos 30 años porque teniendo en cuenta la de veces al año que la emiten en la tele, te tienes que esforzar para evitarla.
La película es un giro a la historia de cenicienta, el típico cuento de la doncella que conoce a un príncipe que la salva… cambiando doncella por prostituta y príncipe por tiburón empresarial. Y es que nos cuenta la historia de Vivian, una prostituta de LA, que conoce a Edward cuando éste se pierde de camino su hotel y decide contratarla para que le ayude a llegar… y «lo que surja». Lo que iba a ser solo una noche se acaba convirtiendo en un contrato de una semana para que se haga pasar por su novia y le ayude a congraciarse con unos clientes.
El musical se estrenó en Chicago y de ahí se trasladó al Nederlander Theater de Broadway. Originalmente con canciones de Bryan Adams y Jim Vallance, y un libreto de Garry Marshall y JF Lawton, la traducción al castellano ha venido de la mano de José Arqué y Marc Gómez.
En los papeles protagonistas nos encontramos a Cristina Llorente como Vivian, quien tiene la tremendamente difícil tarea de hacernos olvidar a Julia Roberts. Y es que el personaje de Vivian no se puede entender sin Roberts hasta el punto que la famosa escena del estuche del collar fue improvisada y su grito y carcajada son 100% auténticos. No obstante, Llorente está sobresaliente en papel, tanto a nivel vocal como interpretativo. El otro papel protagonista lo encarna nuestro querido Roger Berruezo, quien derrocha todo su carisma como galán, consiguiendo ese equilibrio entre magnetismo y vulnerabilidad tan complicado. En cuanto al resto del elenco, se trata de un elenco coral de mucha calidad con muy buena química y alto nivel tanto vocal como en los bailes, nada que envidiar a lo que podríamos encontrar en escenarios como los del West End. Sin embargo, no podemos dejar de destacar a Erika Bleda, que brilla con luz propia por su energía y ese vozarrón que da igual que oigamos entre hippies, en un campamento cristiano o «haciendo la esquina» en Hollywood boulevard siempre nos deja fascinadas.
Además, tenemos que hablar del vestuario, firmado por la conocida marca Pronovias, reproduce y actualiza los vestidos más icónicos de la película… una auténtica fantasía para cualquier fan de la película.
Si tuviéramos que sacarle punta a algo, este musical entra dentro de esa categoría de películas noventeras que han envejecido regular vistas desde el prisma del año 2022, porque no podemos olvidar que al fin y al cabo, Vivian vende su cuerpo y la película nos endulza una realidad que no deja de ser bastante dramática. Y, aunque en el musical el personaje de Kit decide hacer un gran cambio en su vida, parece que la única forma de salir de ese oscuro mundo es si te saca un millonario.
Con todo esto, Pretty Woman es un musical muy completo y entretenido, hace que se te pasen las 2 horas y pico que dura volando. Ideal para regalar estas navidades o como plan (no apto para niños) alternativo al bullicio de la ciudad.
Cuando hablamos de esos musicales que se ganan un huequito en nuestros corazones y en nuestras playlists, aquellos que por mucho que pase el tiempo no podemos dejar de escuchar, de tararear o de cantar todas las voces de la canción, en seguida nos vienen a la mente grandes nombres como Les Misérables. Pero, en ocasiones, llega ese musical que nos sorprende, que nos enamora y que aún no hemos salido del teatro y ya estamos deseando repetir. Matilda fue uno de esos musicales para mi. Cuando lo vi por primera vez en el Cambridge Theatre de Londres, allá por 2015, ya iba sobre aviso, tenía unas críticas espectaculares y ya se había trasladado también a Broadway, así que no fue ninguna sorpresa, conocía las canciones de Tim Minchin y estaba totalmente predispuesta a dejarme conquistar.
Por todo esto, quienes me conocéis imaginaréis la aprensión con la que entraba al Nuevo Teatro Alcalá de Madrid hace unas semanas. Matilda, por fin en España después de años de rumores y de preparación, de la mano de SOM Produce, traducido por primera vez al castellano. Emoción y terror a partes iguales. Y es que Matilda probablemente sea de los musicales más complicados de traer a nuestros escenarios. Por un lado, necesitas una caterva de niños que canten, bailen y actúen, no de fondo sino con solvencia como para llevar el hilo de un musical (¡¡esta producción tiene nada menos que 58 chiquillos!!). Por el otro, quien haya escuchado el álbum se habrá dado cuenta de la maestría de las letras de Tim Minchin, llenas de juegos de palabras y tesoros escondidos… sencillito de adaptar a un nuevo idioma…
Pues bien, Matilda aprobó con nota mi muy exigente examen. La adaptación de las canciones por Alejandro y David Serrano superó mis expectativas y sólo acabé echando de menos aquel abecedario escondido de The School Song (que reconozco es prácticamente intraducible literalmente). En cuanto a los niños, parece que lleven toda la vida sobre las tablas, se nota calidad de su formación.
No voy a entrar en detalle en la historia, ya que es de sobra conocida, basada en el clásico de Roald Dahl y llevado al cine en 1996, cuenta la historia de Matilda Wormwood una niña excepcional que desarrolla poderes telequinéticos que le ayudan a lidiar con su «especial» familia y la malvada directora de su colegio.
Si bien es cierto que con canciones tan pegadizas, una historia tan dulce y una escenografía tan lograda (firmada por RicardoSánchez-cuerda) tenían gran parte ganado, acaba de redondear el espectáculo un elenco soberbio. Absolutamente todos los niños están brillantes, incluida nuestra Matilda, que llevó la función con una solvencia que ya querrían muchos adultos. Pero no voy a nombrar específicamente a ninguno de ellos ya que estoy convencida de que todos los diferentes elencos infantiles tienen la misma calidad. En cuanto a los adultos sí merecen mención especial Allende Blanco como la dulcísima Miss Honey y Mary Capel como la exuberante Mrs. Wormwood. No obstante, nuestro corazón se lo llevó Oriol Burés desde su primer segundo en escena como la malvadísima Trunchbull. No sólo es un actorazo de una calidad vocal sobresaliente, sino que se nota cuánto disfruta su papel de diva malvada (porque hay que reconocer que la señorita Trunchbull es toda una diva a su manera) y con cada «¡gusanos!» nos conquistaba un poquito más hasta convertir al público en los fans nº1 de la campeona de lanzamiento de martillo de 1969 ;).
Matilda es un musical para toda la familia, lo disfrutarán los niños que conozcan por primera vez la historia y los no tan niños que redescubran de nuevo una de las películas más icónicas de nuestra infancia. Un must en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, que bien merece una excursión a la capital.
Porque, de vez en cuando todos necesitamos que nos recuerden que «cada día empieza con el tic del reloj, todas las fugas empiezan con el click del cerrojo. Si estás atascado en tu historia y quieres escapar, no debes llorar, no debes gritar. Porque incluso si eres pequeño puedes hacer cosas grandes. Si te quedas plantado y dejas que se te suban a la chepa, no cambiarás nada«*.
M.
*Every day starts with the tick of a clock. All escapes start with the click of a lock. If you’re stuck in your story and want to get out, You don’t have to cry; you don’t have to shout.
‘Cause even if you’re little, you can do a lot, you Mustn’t let a little thing like ‘little’ stop you. If you sit around and let them get on top, you Won’t change a thing.
El reino de Fantasia está en peligro, la nada está haciendo desaparecer a sus personajes y solo Atreyu, el joven enviado por la Emperatriz Infantil podrá hallar la solución… os suena, ¿verdad?
El famoso libro de Michael Ende, publicado por primera vez en alemán en 1979 y desde entonces traducido a más de 36 idiomas y adaptado posteriormente al cine (Wolfgang Petersen, 1984), se ha trasladado a los escenarios de la mano de BeOn Entertainment.
Como os adelantaba al principio de la entrada, el musical nos cuenta la historia de Bastian, un niño que, huyendo de unos matones del cole, se encuentra un libro que cuenta como está desapareciendo el reino de Fantasia y un joven llamado Atreyu debe encontrar la solución. No obstante, todo se complica cuando Bastian descubre que él puede tener un papel muy importante en esa salvación.
Con música de Iván Macías, libreto de Félix Amador y dirección de Federico Barrios, este musical nos trae un espectáculo de primerísima calidad tanto técnica como artística que no desentonaría en un escenario londinense o en el mismísimo Broadway. Nombres de sobra conocidos de los escenarios españoles como Josean Moreno (Fúyur), Álex Forriols (Gmork) o Teresa Ferrer (Xayide) están impecables una vez más, pero debemos destacar a nuestro Atreyu de la noche, Pablo Castiñeira, que en su juventud supo llevar la función con unas tablas que ya les gustarían a muchos.
No obstante, el punto fuerte del espectáculo (y que nos dejó boquiabiertas en más de una ocasión) es la animatrónica. Con la firma de Fito Dellidarla y Alejandra Varela (Kreat FX), personajes como Fúyur, el Comerrocas o la Vetusta Morla cobran vida de la forma más creíble posible. Otro de los personajes más impresionantes es el caballo Artax, que te hace mirar dos veces para asegurarte que no es un caballo real cuando sale a escena y se acerca mucho al nivel de maestría que pudimos disfrutar cuando vimos War Horse en UK.
El punto más flojo del musical lo encontramos en la narración en sí, que ocasionalmente te lleva a preguntarte quién está en escena, cómo se ha llegado allí o por qué está sucediendo qué cosa si no eres muy fan de la historia o tienes reciente la película o el libro. Un sentimiento que queda reflejado a la perfección cuando Bastian le cuenta a su padre: «y cantamos la canción favorita de mamá… en inglés«. Porque efectivamente, ese momento en el que se canta «The Neverending Story», la canción compuesta para la película de 1984, en inglés tiene poco sentido en un musical repleto de canciones originales en español.
Con todo, La Historia Interminable, el musical, es un nuevo #MUST de la temporada teatral madrileña que no os podéis perder en el Teatro Calderón de Madrid.
El musical GHOST se despide hoy de Valencia tras cosechar un mes de éxitos y ya calientan motores para retomar la gira. No obstante, nosotras tenemos una sorpresa más, y es que hace unos días pudimos pararnos a charlar con el cantante y actor Ricky Merino, que interpreta el papel de Sam. Muchos seguiríais sus comienzos en Operación Triunfo, pero… ¿sabéis realmente quién es Ricky Merino?
BIS: Empezando por los comienzos… ¿cuándo decidiste ser actor?
RM: Decidí que lo tenía claro al acabar la ESO. Yo en 4° de ESO tuve una asignatura de arte dramático y en las notas de final de evaluación la profesora puso que tenía mucha sensibilidad para las artes escénicas, y que ella recomendaba que estudiara teatro artístico, y me acuerdo de eso me gustó y me animó. Le comenté a mi padre de estudiar arte dramático, lo cual él se negó, y me licencié en comunicación audiovisual. Fue más tarde que estudié yo formación privada junto a mi carrera. Pero en ese momento, me acuerdo que lo tuve como muy claro.
BiS: Ya vimos cómo interpretaste la canción One Song Glory, del musical Rent durante tu paso por la Academia. ¿Qué le aporta a Ricky Merino el teatro musical?
RM: Realmente a mi me ha aportado todo. Mi mayor formación fue a raíz de RENT que fue el primer proyecto de teatro musical en el que me metí. A raíz de RENT conocí a todo mi entorno de amigos que me ha dado el teatro musical y luego aparte mi formación más especializada. Porque a partir de ahí fue cuando empecé a Mallorca a tomar conciencia de la necesidad de formarme, y empecé a tomar muchas clases con muchos profesionales de musical. Y me ha aportado mucha satisfacción personal. Luego he hecho muchas cosas en mi vida, he tenido la suerte de trabajar en la televisión, con mi proyecto discográfico, pero en el teatro musical es donde más satisfecho me he sentido. Entonces te diría que es donde más valorado me siento.
BiS: Has participado en otros musicales de diferentes formatos, ¿qué tiene Ghost que no tiene los otros que has hecho hasta la fecha?
RM: Bueno, Ghost realmente es mi primer musical de gran formato en la Gran Vía de Madrid. Entonces ha supuesto el cumplir un sueño. Yo hacía teatro musical y trabajaba solo en provincias, que no es por desmerecer el teatro en provincias, hay muy buen teatro aquí. Hacía muchos castings de Madrid, muchos, muchos, muchos y soñaba con estar en algún momento en Gran Vía, en un gran formato. Todavía a día de hoy me cuesta creerlo, que mi cara estaba ahí en una fachada de la Gran Vía… yo recuerdo que pasaba hace años por ahí y miraba los carteles de Mamma Mia, Los Miserables… verme ahí ha sido un sueño.
BiS: ¿Habías visto ya el musical antes de participar en el proyecto?
RM: El formato de Madrid no. Me gustaba el musical, es uno de mis musicales favoritos, porque había escuchado mucho el musical del West End.
BiS: ¿Llegaste a verlo en Londres?
RM: La vi pirata en Youtube… (risas)
BiS: Eso lo hemos hecho todos (risas).
RM: Así que sí, lo he visto, pero de esa manera que no es lo mismo. Y me encantó, se ha convertido en uno de mis musicales favoritos. Cuando vi las audiciones de Ghost en España me hizo mucha ilusión.
BiS: ¿Cuál es tu canción favorita del musical?
RM: Pues yo creo que es Unchained Melody/The Love Inside al final, es muy cortito y lo cantamos Molly y yo, Cristina Llorente y yo. Y es muy íntimo porque lo hacemos a dos voces. Dura muy poquito, es el reencuentro de los dos personajes… es muy emotivo.
BiS: Últimamente, algunas películas de los 90 que han resucitado en forma de musical parecen que no han envejecido bien. Incluso ha habido ahora mucha crítica con LaSeñora Doubtfire en Broadway, ¿por qué crees que Ghost sí ha envejecido bien? ¿Qué es lo que tiene que hace que no pierda su encanto?
RM: Que es una historia de amor universal, yo creo que eso no envejece. Una historia de amor clásico. En cualquier novela encontramos ese viaje del héroe, que es este personaje que tenía que luchar y pasar por muchas fases para conseguir el propósito de, digamos, encontrar el amor de su vida. Al final toda historia del amor es muy reconocible y el público se siente muy identificado y yo creo que por eso Ghost no ha envejecido mal. Evidentemente todo está ambientado en los años 90, y a mí por ejemplo me choca que por ejemplo el personaje que estoy interpretando está dentro de mi rango de edad, pero tiene un matiz muy adulto. Sam es un ejecutivo de la banca de Wall Street, y en los 90 mi padre cuando tenía mi edad, ya parecía un señor. Eso me choca, nosotros me da la sensación de que maduramos un poco más tarde, pero por lo demás la historia es una historia de amor de esas que todo el mundo se siente identificado.
BiS: ¿Da reparo, da respeto meterse en los zapatos metafóricos de Patrick Swayze?
RM: Sí. Sí que da respeto porque la gente quiere ver a Patrick Swayze y a Demi Moore. La gente que viene quiere ver la película. Lo bueno de la función que hacemos es que es muy fiel. Yo vi la película antes de empezar los ensayos, para fijarme en la propuesta de Patrick Swayze, para que me surgiera lo que hacía él. Dejé de hacerlo porque me gusta aportar al personaje algo más visceral y más natural, desde mí, y aun así lo he conseguido porque hay gente que me escribe y me dice he visto que han visto a Patrick Swayze y a Demi Moore. Igual no es el objetivo porque no busco ser un calco de él, pero sí que se siente la presión.
BiS: A mi me pasó, después de verlo en Londres, como los diálogos eran tan parecidos, me parecía que a la película le faltaban las canciones…
RM: Nosotros hacemos el montaje que se hizo en Italia y creo que en Australia y es un montaje aún más teatral, que se parece todavía más a la peli.
BiS: Desde el punto de vista del actor, ¿son muy difíciles los trucos de ilusionismo que hacéis?
RM: No son difíciles, es más coreográfico, es difícil la coreografía. Por ejemplo, hay una escena que ocurre en el metro, que todo es muy coreográfico, es decir no pueden fallar lo que son las piezas del puzle, yo me muevo aquí, yo hago esto… todos llevamos un ritmo. Incluso en la parte de Oda Mae en el que atraviesa su cuerpo el fantasma de Orlando, es más mecánico de coreografía, pero el truco en sí no es complicado. Pero lo que es complicado, que todo, todo, ocurra bien, es decir, que el black out y las luces en ese momento ocurran bien, que los movimientos ocurran bien… eso es lo complicado. Los elementos que conforman el truco. Pero el truco en sí, no.
BiS: ¿Habéis tenido alguna liada de estas de en alguna función de estas cosas que siempre pasan, que falla X cosa y os quedáis todos ahí un poco “tierra trágame”?
RM: Yo tengo que hacer volar algunos periódicos, y a veces no vuelan. Yo hago el movimiento como que los quiero mover y a veces no han volado. Pero bueno, yo le pongo intención y ya está.
BiS: ¿Qué es lo que más te gusta interpretar a Sam?
RM: Es muy diferente a mí. Y me gusta convertirme en otra persona. Eso es un lujo del actor, que sales de tu vida y de tu mundo para convertirte en alguien durante unas horas, y eso mismo me lo permite este musical. Me gusta que sea mucho más adulto que yo, mucho más responsable que yo. Es mucho más romántico. Eso es muy diferente. Me gusta salir de mi zona de confort y Sam me lo permite.
BiS: ¿Qué tal ha sido el recibimiento en Valencia?
RM: Pues súper, súper bien. Y eso que Valencia, considero que, ha sido el teatro donde más hemos tenido que adaptar el montaje.
BiS: Es que el Olympia es muy pequeño y tiene el espacio entre cajas minúsculo.
RM: Es súper pequeño. El equipo técnico ha hecho un trabajo bestial para poderlo adaptar. Llevaban toda la semana haciéndolo, nosotros llegamos el viernes, y estuvimos todo el día viendo cómo adaptarlo, y era complicado y todo parecía indicar que el sábado iba a ser un desastre. Pero no lo fue. Yo te voy a decir que creo que fue una de mis actuaciones favoritas, me gustó mucho. Me gustó mucho el público, estaba muy entregado y salió muy muy bien.
No os perdáis el musical Ghost cuando pase por vuestra ciudad. Podéis consultar las próximas fechas y ciudades en su web
Llevábamos meses contando los días para la llegada a Valencia de uno de los musicales que más alboroto han generado esta temporada. Y es que no todos los días un cantante tan conocido de nuestro país como David Bustamante decide probar suerte sobre los escenarios.
Como todos conocéis, la película homónima se estrenó en 1990 protagonizado por Patrick Swayze, Demi Moore y Whoopi Goldberg convirtiéndose en uno de los referentes de la época y haciendo que millones de personas en todo el planeta se apuntaran a clases de alfarería. Cuenta la historia de Sam y Molly, dos jóvenes enamorados que ven su historia truncada en un asalto callejero. Sam, incapaz de cruzar al más allá conoce a Oda Mae, una medium de pacotilla que acaba resultando tener poderes reales para hablar con fantasmas. Juntos conseguirán proteger al amor de su vida y vengar su muerte.
El musical se estrenó en nuestro país poco antes del inicio de la pandemia con nuestro querido Roger Berruezo en el papel de Sam, Ela Ruiz, Cristina Llorente y Christian Sánchez en los papeles de Oda Mae, Molly y Carl. A Valencia a llegado con David Bustamante y Ricky Merino alternando el personaje de Sam.
Hemos de reconocer que nos generaba, como a todos, especial curiosidad ver qué tal se defendía Bustamante en el teatro musical, así que asistimos a una de las funciones protagonizadas por él. A nivel vocal no teníamos ninguna duda de su capacidad para defender las canciones con solvencia, pero… ¿y qué tal le iría con la interpretación? Pues, ¡mejor de lo que esperábamos! A ver, se nota que es su primera producción y todavía le queda camino como a la hora de proyectar la voz hablada o en la fluidez para alternar el texto y las canciones… pero le da una frescura y una ternura al personaje muy divertida y, sobretodo, muy real.
En cuanto al resto de actores, son Cristina Llorente y Ela Ruiz quienes brillan con más luz, impecables a nivel vocal e interpretativo. Ambas son una firme muestra de que el teatro musical de nuestro país no tiene nada que envidiarle a Broadway. Del resto del elenco tenemos que destacar a Sergio Escribano como cover de Carl, un desconocido que para nosotras no lo es tanto. Nosotras ya lo habíamos visto interpretando a Robin Hood en 2016, y es que Sergio «juega en casa» aquí en el Olympia. Nos encantó como Carl y nos alegra muchísimo ver a actores de la torreta triunfando más allá del cap i casal.
Esta producción es tan fiel a la película que viéndola después del musical te da la sensación de que le faltan canciones a la película. Además, los efectos visuales te dejarán intentando adivinar dónde está el truco en esta magia.
No podéis perder la oportunidad de ver este musical que no visitará hasta el próximo 12 de junio. Podéis consultar qué funciones realiza Ricky Merino y cuáles David Bustamante en la web del teatro Olympia, pero no os encantéis ¡que las entradas vuelan!
… todos los días te tienes que levantar. ¿A qué eres incapaz de leer esta frase sin cantarla? Pues imagínate después de ver esta obra, ¡no vas a poder quitarte la canción de la cabeza! Hablamos de Es una lata el trabajar, una comedia musical con guión y dirección de Jaime Pujol y Diego Braguinsky y música original y canciones de Víctor Lucas, además de un reparto encabezado por Gisela y Naím Thomas.
El musical nos cuenta la historia de dos hermanos, Óscar (Óscar Ramos) y Andrea (Gisela) que heredan la fábrica de corbatas de su padre al borde de la quiebra. Él quiere venderla para pagar sus deudas con el juego, ella quiere salvarla y para ello recurrirá a un plan alocado con la ayuda espiritual de un cantante mítico: Luis Aguilé (José Montesinos). Junto a Lucas (Naím Thomas) y otros personajes de lo más variopintos (Pau Vercher y Ana Conca), crearán un cóctel de música y comedia perfecto para pasar un buen rato.
Quizá es un musical que no resulta atractivo a primera vista para los más jóvenes, pues el nombre de Luis Aguilé les sonará entre poco o nada, es más, hemos de decir que nosotras bajábamos con diferencia la media de edad del público. Pero son canciones muy conocidas en el panorama musical español/latinoamericano que al menos has escuchado alguna vez a lo largo de tu vida, véase en remakes, anuncios o simplemente porque te las ponía tu abuela de pequeño/a.
Por otro lado, los chistes y gags pertenecen la cultura pop actual, así que son fácil de captar y entender, haciendo que, junto a la historia y la música, nos inviten a entrar y disfrutar de la obra desde el principio.
Puede ser que esta historia te recuerde un poco a cierto musical de hace unos años en el que una figura conocida se aparecía a la protagonista a través de la música… pero con matices muy diferentes pues el espíritu de Luis Aguilé es fundamental en la historia con sus consejos y acciones.
Los actores hacen una muy buena interpretación de sus personajes. Dentro del elenco coral, habría que destacar a Gisela, que con su voz nos atrapa y se come el escenario, y a Naím, que nos ofrece un derroche de ternura y voz. Aunque debemos de decir que nuestra favorita fue la interpretación de Ana Conca con sus dos personajes cómicos, Juanita B. Anana y la novia de Óscar, que se roban todo el protagonismo cuando están en escena.
Y porqué no decir también, que los feelings de OT están a flor de piel, sobre todo en una parte de la historia que no vamos a decir porque queremos que lo descubráis por vosotros mismos.
Así que ya sabéis, si queréis ver un musical feel good y echaros unas risas, tenéis de tiempo hasta el 18 de abril. Es una lata el trabajar os espera en el Teatro Talía de Valencia de miércoles a domingo.
Valencians… Valencianes… ja estem en Falles! Y bueno, los que no sois de aquí también, que para eso fueron declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad.
El caso es que, como siempre, la época de Fallas es un reclamo para la llegada de musicales más conocidos a València, para aprovechar el aluvión de gente que recorre estos días la ciudad. Este año serán dos los musicales que nos acompañarán estos días, The Full Monty y Es Una Lata El Trabajar. Hoy os hablaré del primero de ellos, que pudimos disfrutar hace una semana en el Teatro Olympia.
El musical se basa en la película homónima de 1997 que nos cuenta la historia de cómo un grupo de trabajadores del acero deciden montar, tras quedarse en el paro, un espectáculo de strip-tease para recaudar dinero utilizando como reclamo que realizarán un desnudo integral, en inglés coloquial: un full monty.
El musical se estrenó en UK en el 2000 a la estela del gran éxito de la película, adaptándose posteriormente como obra de teatro (de la que ya os hablamos una vez debido a un fallo técnico de lo más llamativo). Esta gira nos llega bajo la dirección de David Ottone (Yllana) y Silvia Villaú, y de la mano de las productoras Theatre Properties y Planeta Fama Producciones. Protagonizado por Sam Gómez, Falco Cabo, José Navar, Gustavo Rodríguez, Carlos Salgado, Piñaki Gómez, Marta Malone, Noelia Pardo, Marta Arteta y Begoña Álvarez entre otros. Siendo un reparto tan coral nos cuesta destacar uno por encima de los demás, aunque fueron los personajes de Potro (P.Gómez) y Álex (Salgado) los que arrancaron un mayor número de carcajadas al público. Lástima que las mujeres en el espectáculo tienen un papel que más que secundario parece casi anecdótico
Finalmente, tengo que confesaros que con este musical he tenido un dilema (y de ahí que me haya costado casi una semana publicar esta crítica). Hacía tiempo que no veía la película original y me ha parecido que no ha envejecido bien. Las películas, los libros… son víctimas de la época en la que se crearon y puede que cosas que en su momento no te llamaban la atención o incluso te hacían gracia, ahora mismo te chirríen. Me costó empatizar con el protagonista, por no decir que me cayó bastante mal, con sus aires de «machito» y mucho decir que haría cualquier cosa por recuperar a su hijo pero rechazando los trabajos que le ofrecen porque ninguno le parece lo suficientemente bueno. Tampoco me parece que se redima demasiado al final del musical, pero eso dejaré que opinéis vosotros cuando lo veáis. Con otros personajes sí puedes si no empatizar, al menos simpatizar.
Con todo esto, no quiero desanimaros, sino invitaros a que vayáis a este musical y analicéis si ha cambiado vuestra opinión desde que visteis la película en los 90s. Lo tenéis en el teatro Olympia de Valencia hasta el 27 de marzo y podéis consultar el resto de fechas aquí.
P.D.: Si queréis saber si aquí también cumplen la promesa del famoso desnudo tendréis que ver el espectáculo.
Hace ya 10 años que nos encontramos por primera vez a Sira Quiroga entre las páginas de un libro, 8 desde que le pusimos cara y voz gracias a la serie de televisión.. y, por fin, ha llegado el momento de oírla cantar.
Los que nos seguís ya sabéis la aversión que me generan las adaptaciones de mis libros favoritos. Esa lucha entre las ganas de llenar el vacío que te dejó el final del libro frente al temor de no reconocer en la pantalla o el escenario a esos personajes que, durante unas semanas, se convirtieron en alguien más de la familia. Pues bien, El Tiempo Entre Costuras de María Dueñas es uno de mis libros favoritos. No obstante, este musical partía con una ventaja en dicha lucha: ya se había adaptado una vez en una de las mejores adaptaciones a televisión que he visto. La serie me enamoró, apenas se distanció de mi recuerdo del libro, y algo me decía que en el caso del musical sucedería lo mismo. Quizás María Dueñas es de esas autoras que se involucran en los proyectos para salvaguardar su esencia… si es así, gracias.
Volviendo al tema que nos centra, el miércoles pudimos disfrutar del estreno en Valencia de El Tiempo Entre Costuras, El Musical. En una época como la que nos ha tocado vivir, con producciones suspendiendo funciones debido a los contagios y otras echando el cierre directamente, el hecho de que podamos vivir el estreno de una producción original es todo un regalo.
El musical cuenta la historia de Sira, una aprendiz de costurera de la Madrid republicana, a quien el amor hace que acabe en Tetuan debiendo reinventarse a si misma una y otra vez para sobrevivir en una época convulsa. Pero el destino guardará más que patrones en la vida de Sira y acabará involucrándose en un mundo de espías, en el que nadie es lo que parece, donde tendrá que echar mano de valor, ingenio y amigos para sobrevivir.
De la mano de BeOn Entertainment y con la propia autora del libro entre el equipo creativo, son Iván Macías (compositor) y Félix Amador (escritor), los encargados de darle forma nuevamente a esta historia. Bajo la dirección de Federico Barrios (quien también coreografía el espectáculo) vuelven a cobrar vida personajes como Sira, Dolores, Candelaria la Matutera o Marcus sin perder un ápice de autenticidad.
Laura Enrech es la encargada de dar vida a Sira, una enorme responsabilidad teniendo en cuenta lo grabada a fuego que nos dejó su personaje Adriana Ugarte. Sin embargo, Laura aprueba con nota, presentándonos a una Sira inocente a la vez que valiente y con una voz maravillosa (que ya hemos alabado en esta web en más de una ocasión). Noemí Mazoy da vida a Remedios, serena y templada, Ricardo Soler al seductor Manuel Da Silva, uno de nuestros favoritos de la noche y con una de las canciones que más disfrutamos. Otro de los favoritos del público fue Nil Carbonell interpretando a Félix con ese toque de humor canalla que recordaba tantísimo al personaje de Carlos Santos que solo podemos quitarnos el sombrero. El personaje de Rosalinda Fox lo interpreta Silvia Álvarez, estupendamente glamurosa pero a quien nos costaba un poco entender cuando cantaba (y no solo por la mezcla de idiomas del personaje que defendía a la perfección). Me estoy dejando dos personajes para el final y es que, gajes de los tiempos que corren, no pudimos ver a dos de los titulares: Joselu López y María Gago. Sus personajes, Marcus y Candelaria, los interpretaron Alberto Scarlatta y Amparo Saizar. He de reconocer que no soy demasiado fan de los acentos andaluces demasiado forzados, esos que suavizan todas las «c» y exageran las «s», sonándome demasiado impostados y por eso quizás me defraudó un poco el personaje de Candelaria, no obstante, tiene la canción que más nos gustó del primer acto y que Amparo defendió con soltura. Respecto a la interpretación de Alberto del personaje de Marcus, sólo puedo decir que nos volvimos a enamorar de aquel periodista inglés hasta las trancas. No sólo tiene Alberto un timbre de voz hablando que nos recordaba muchísimo al de Peter Vives (ya hemos analizado aquí nuestro crush muchas veces) sino que cantando sacaba una potencia vocal y un color de voz que nos dejó fascinadas.
Antes de acabar, no puedo dejar de mencionar otro de los elementos que más nos impresionaron, que fue la calidad y el volumen de la producción. Estamos acostumbrados a que las producciones en gira sean versiones reducidas de aquellas que hacen temporada en Madrid y Barcelona, pero no es así en este caso. Es impresionante la escenografía, el detalle del vestuario y el tamaño de la compañía: ¡más de 20 actores componen este elenco!
Así que, no lo dudéis, corred a La Rambleta a por vuestra entrada porque sólo están hasta el día 28 de diciembre y os arrepentiréis si os quedáis sin verlo. Un regalo perfecto de Papá Noel para cualquier fan del libro.
¿Te enamoraste del libro de María Dueñas?, ¿te enganchaste a la serie cual señora a su telenovela? o ¿no conoces la historia de Sira? Sea como sea, El tiempo entre costuras vuelve, y esta vez lo hace en formato musical.
Este finde tuvo lugar la presentación de este nuevo proyecto en el Colegio de Arte Mayor de la Seda, un lugar perfecto y acorde con la historia. Contamos con la presencia de Dario Regattieri, productor de la obra, y María Dueñas, la escritora del libro, la cual tuvimos la suerte de entrevistar (si quieres saber lo que nos dijo, sigue leyendo).
Nos contaron que están muy ilusionados con este musical (y nosotras también lo estamos). Ha sido un gran reto adaptar una historia tan conocida a un nuevo formato, de hecho, han querido ser fieles al libro, y teniendo en cuenta que la propia escritora ha estado en el proyecto desde el principio, estamos seguras de que la narración será perfecta. Suponemos que la historia es conocida, pero por si acaso hay algún despistado, aquí va un breve resumen:
Sira Quiroga es una joven modista española que abandona España, justo antes del inicio de la Guerra Civil, por amor de un chico que apenas conoce. Ambos se instalan en Tánger, pero no todo será tan bonito y Sira tendrá que luchar contra la traición, el abandono y las deudas. Después de la guerra civil, y en un contexto histórico europeo convulso, Sira se verá envuelta en un compromiso en el que la costura se convertirá en una fachada de algo turbio y peligroso.
Destacar que este proyecto es una superproducción musical de la mano de beon.Entertainment, conocida por El Principito o por su coproducción de ¿Quién mató a Sherlock Holmes?. Nos presentan una obra de teatro en la que la música y el texto se fusionan en armonía. Será un musical de 2h 15 min, con 20 personas en escena, 7 músicos en la orquesta, ¡y más de 400 cambios de vestuario!
Sira Quiroga, la protagonista, será interpretada por Laura Enrech (Dirty Dancing, Anastasia, El Principito…). El compositor es Iván Macías y el escritor, Félix Amador, autores de otros grandes musicales como El Médico. El equipo lo completan el experimentado escenógrafo Ricardo Sánchez Cámara (Cabaret, Billy Elliot, Hoy no me puedo levantar…), el diseñador de vestuario Lorenzo Caprile, el diseñador de iluminación Felipe Ramos, y el de sonido Javier Isequilla, la directora vocal María José Santos y el coreógrafo Jose Félix Romero.
De momento a nosotras nos convence.
Y como he mencionado anteriormente, no podíamos dejar pasar la oportunidad de entrevistar a Maria Dueñas, autora del exitoso libro de El tiempo ente costuras, con la que pudimos hablar un rato sobre la historia y el nuevo proyecto. Aquí os dejamos con la entrevista:
– El tiempo entre costuras ha sido un best seller desde su publicación, después fue adaptado a la TV y ahora llega en forma de musical, ¿cuál es su éxito?, ¿por qué gusta tanto?
Porque yo creo que es una historia que cautiva a los lectores en general, por distintas razones: porque sienten empatía por los personajes, porque sienten curiosidad por el momento histórico, porque sienten intriga… se disfruta de las intrigas, de los conflictos que hay dentro de la línea dramática. Y bueno, porque los lectores son así, y es gracias a su contagio y a su boca a oreja como creció la novela y como llegó hasta lo que se ha convertido.
– La historia transcurre en el contexto de la Guerra Civil, pero los personajes sufren las consecuencias desde fuera de España. ¿Qué te llevó a decidir que esto fuera así?
Transcurre durante la guerra civil y un poco antes, y un poco después también, y desde fuera de España, pero en territorios muy vinculados a España también, porque son los años del protectorado de España en Marruecos, en el norte de África, que estaba muy vinculado porque estaba allí la administración española. Y lo que me llevó a trasladar allí la acción es que es un territorio que yo conozco bien, por vinculación familiar, y que además quiero mucho porque es como la memoria sentimental de mi familia, y yo era consciente de que esa memoria se estaba perdiendo, a medida que el tiempo iba pasando y los que vivieron allí pues nos iban dejando, y decidí recuperarla para esta novela. Antes de tener idea de quién iba a ser la protagonista, de cuál iba a ser la trama, antes de nada, lo único que tenía claro es que quería volver la mirada al Marruecos de aquellos años.
– Has visto tu libro adaptado a la TV y a los escenarios, ¿con qué te quedas de cada producción?
Me quedo con las dos, y ahora mismo toda mi ilusión está volcada en este nuevo proyecto. Son lenguajes muy distintos, el audiovisual y el músico teatral. Me quedo con todo, es que es como elegir a un hijo o a otro. Cada uno tiene su encanto, su lenguaje propio, su plasticidad, todo. Yo creo que son dos manifestaciones hermosísimas de las que me siento muy satisfecha y muy agradecida.
– En esta época de feminismo y sororidad, los personajes femeninos de la historia, ¿son un ejemplo de ello?
Sí, los personajes de El tiempo entre costuras, de Sira, sin proponérselo, porque en aquellos tiempos no se hablaba de estas cosas, ese era un anacronismo por mi parte haberlo formulado así, pero sí que son mujeres que con su endereza, su coraje, su espíritu de lucha y la manera en la que unas a otras se ayudan sí que son un ejemplo de sororidad y de muchas cosas por las que las mujeres hemos estado unidas a lo largo de la vida y que vale la pena seguir luchando por ellas.
– Después de escuchar todo el musical, ¿tienes algún momento o canción preferido?
Me gustan mucho varios momentos de Laura (Enrech) interpretando a Sira, sobre todo cuando pone esa emoción tan onda y tan profunda. Y después hay un tema que me hace mucha gracia y me encanta, me parece muy divertido, que es cuando canta Candelaria, la matutera, y acaba por tanguillo de Cádiz y tiene muchísima gracia y va muy bien con el espíritu del personaje.
– ¿Cuál fue tu primera reacción cuando te propusieron este proyecto? De hecho, una cosa curiosa es que nosotras ya pedíamos una adaptación de la novela a musical ya por el 2014, así que estamos encantadas.
(Se ríe) Pues mi primera reacción fue he de reconocer que fue de sorpresa, no de incredibilidad, pero sí de sorpresa, y a partir de ahí, bueno pues empecé a dar unas cuantas vueltas a la idea, reconozco que no muchas, que acepté bastante rápido. Me reuní con Iván Macías, me estuvo contando como era la esencia del proyecto. Me di cuenta de que había un interés muy profundo, un talentazo magnífico y unas ganas enormes de hacerlo bien, así que bueno, decidí unirme a ellos y hacerme cómplice de esta aventura y yo creo que el resultado va a ser feliz.
Y hasta aquí podemos contar. Si estáis con el hype alto como nosotras, deciros que todavía nos queda unas semanas para poder disfrutarlo en directo. El estrenó será aquí en Valencia, y estarán del 22 al 28 de diciembre en La Rambleta. ¡No te quedes sin tus entradas!
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