«Mira, mira, ¡pelos como escarpias!» que diría ha hermana Bernarda.
La semana pasada vivimos una experiencia religiosa y es que en mitad de una semana reguleras se nos apareció Dios con un traje de lentejuelas y se puso a cantarnos canciones de Whitney Houston. Vale, me habéis pillado, no se nos apareció «a nosotras» sino al personaje de María en el musical La Llamada… pero oye chica, como dicen los ingleses: «close enough» (casi).
Quienes no sepáis de qué estoy hablando voy a dar por hecho que:
a) Acabáis de salir de una cueva en mitad del desierto cual asceta de retiro espiritual (menuda fiesta cuando os cuenten de que va eso llamado covid).
b) En realidad estabais buscando los resultados de los partidos del fin de semana del campeonato español de curling y habéis aterrizado en nuestra web.
Para todos vosotros os haré un pequeño resumen: Allá por 2013, dos desconocidos Javier Calvo y Javier Ambrossi (a.k.a. Los Javis) decidieron montar un musical de pequeño formato en el hall del Teatro Lara de Madrid. Tras solo un puñado de funciones, el éxito del musical hizo que se trasladaran al escenario principal de ese mismo teatro, donde siguen llenando funciones hasta la fecha. Inicialmente protagonizado por Macarena García, Andrea Ros, Belen Cuesta, Llum Barrera y Richard Collins-Moore, tuvo tanto éxito que en 2017 se estrenó una adaptación al cine con los mismos actores (salvo Anna Castillo en lugar de Ros).
El musical cuenta la historia de Maria y Susana, dos adolescentes en un campamento religioso en pleno monte segoviano. Tras una escapada para salir de fiesta, se quedan castigadas al cuidado de la hermana Milagros, una novicia con un corazón enorme, y la madre Bernarda, una monja tan seria como frikifan del Papa. Hasta ahí se trata de un argumento bastante manido a lo largo de los años, pero el giro viene cuando, por las noches, a María se le empieza a aparecer Dios cantándole canciones de Whitney Houston. Reconozco que contado así el argumento es poco convincente, pero es de esas cosas que ganan con el directo… incluso reconozco que la película a mí me dejó un poco fría (pese a ser totalmente fiel a la obra). No sé cómo explicarlo pero hay piezas que están hechas para ser disfrutadas en directo y no funcionan igual en otros formatos.

En nuestro caso pudimos disfrutar de Nerea Rodriguez (ex-OT), Lucía Gil (Disney Channel, Tu Cara Me Suena), Erika Bleda (Hair, Aladín), Mar Abascal (Burundanga) y Richard Collins-Moore (parte del reparto original). Además de 4 músicos en directo, que en estos tiempos de música enlatada para abaratar costes suenan a gloria. Tanto a nivel interpretativo como a nivel vocal estuvieron todas tan bien que me cuesta destacar a nadie por encima de las demás… pero de ser el caso, no puedo dejar de mencionar a Erika Bleda, que se ganó a la platea entera con ese acento malagueño y esa dulzura tan suya… además de su poderío vocal. Y es que no alcanzamos a comprender como Erika no es ya un nombre propio, de esos que escribes en mayusculas, en el teatro musical español porque desde luego talento para ello no le falta.

En conclusión, aún tenéis posibilidad de correr al teatro Olympia de Valencia a coger una de las poquísimas entradas que quedan disponibles para alegraros la tarde, la semana y el mes con esta mezcla tan peculiar que es LA LLAMADA.
Porque ya sabéis, la cultura es necesaria y, sobretodo, SEGURA.
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